Querido diario:
Raza: Oso. Color: alguna vez fue blanco. Edad: Eso ni se pregunta. Esto es Hollywood. Pero como todo oso que se precia Ovedito tiene un pasado. Nacido en la estación de Austerlitz, en París, hace unas cuantas décadas digamos que se cansó de ver pasar trenes. Ovedito prefiere las estrellas. No va de astrónomo. Le ponen las de carne y hueso. Scarlett Johansson, George Clooney, R2-D2, “El mago de Oz”. Un cinéfilo, eso es lo que es, además de fanático, friki y otaku. Pequeñito pero matón, Ovedito se crece ante una buena fiesta llena de estrellas y canapés gratis. Por no hablar de los Oscar y los Globos de Oro. Y es el fan number one de Raymundo Hollywood. Vamos, que si te cruzas con Ray y notas algo raro en su bolsillo puedes decirle eso de “¿estás contento de verme o se te ha colado un oso en el bolsillo?”.
Cada letra es tan alta como un edificio de cuatro plantas. Suficiente para que la actriz Peg Entwistle, se suicidara desde la H en 1932. Aunque la actriz más relacionada con la colina es
Ginger Rogers. A Ovedito le hubiera gustado Ginger Rogers, y viceversa, si el tiempo retrocediera a 1940, al momento en que
Howard Hughes compró estos terrenos para regalare una mansión a la actriz. Ya hacía entonces casi veinte años que el cartel había sido instalado para anunciar Hollywoodland, una promoción urbanística.
Aquel cartel de 1923 fue vendido en una subasta por Ebay en 2005, después de intentar salvarlo haciendo que las empresas pudieran patrocinar las letras individualmente. Una empresa patrocinó esta réplica donde comienzan las historias de Ovedito. Simbólico, piensa él.
Enhorabuena por estas nuevas secciones. Esta me ha gustado mucho.
Un saludo
Qué grande Oviedito! Se merece viajar por todo el mundo. Te seguiré de cerca