Centenario James Stewart: "Winchester ´73", la escena
El giro que estamos viendo que Jimmy realizó a papeles exclusivamente dramáticos coincidió con su primera colaboración con Anthony Mann de las ocho que tuvo con este realizador, casi siempre en westerns crepusculares y de las que destacan "Winchester 73" (1950), "Horizontes lejanos" (1952), "Colorado Jim" (1953), "Bahia negra" (1953), "Música y lágrimas" (1954), "Tierras lejanas" (1955) o "El hombre de Laramie" (1955). ¿Cómo no le iba quedar bien al americano por antonomasia ese sombrero de ala ancha tan propio del género más yanqui de todos?.
En “Winchester ´73” dos jinetes, Lin McAdam y su amigo 'High Spade' llegan a la ciudad de Dodge City persiguiendo a 'Dutch Henry' Brown, en la que el famoso sheriff Wyatt Earp mantiene la paz con mano firme, por lo que McAdam no puede hacer gran cosa. Además, es 4 de julio, el Día de la Independencia de EEUU, y la gente se arremolina en torno al premio del concurso de tiro, un rifle único: el Winchester '73. Lin McAdam, uno de los perseguidores, triunfa en el concurso y consigue el rifle, pero su contrincante, 'Dutch Henry' Brown, se lo roba y huye del pueblo. El rifle pasa a manos de un traficante de armas, luego a un jefe indio y más tarde a un forajido. Mientras tanto, McAdam no cesará en su persecución.
El famoso rifle (del cual te adjunto una imagen) tiene el sobrenombre de “una entre mil” y tiene entre los protagonistas un efecto muy parecido al que tenía la espada de Excalibur en la corte de Camelot. Anthony Mann crea un fresco de historias que tienen a este rifle como nexo argumental y emocional que se abre con la placa del rifle y que dará paso a la búsqueda de venganza por parte de un pistolero, el ataque de los indios a un pequeño fuerte, el criminal que secuestra a un matrimonio escapando de los agentes de la ley, el atraco a una caravana, etc... teñido de un blanco y negro que le devolvía al género el prestigio de años anteriores.
Pasada la época Capra y alternándola con su también fructífera colaboración con Alfred Hitchcock, Jimmy formaría un buen tandem con Anthony Mann con una serie de westerns llamados crepusculares que darían a este género tan irregular en el tiempo una segunda juventud. Stewart, dando un paso más en su carrera, crea un personaje ambiguo y con doble moral que si bien es noble, bondadoso y honrado busca desesperadamente venganza pretendiendo asesinar al que mató a su padre. El personaje ha quedado para la historia como fiel reflejo de lo que era la carrera de Stewart en ese momento: “Si, soy el chico bueno de las películas, pero también tengo capacidad para demostrar otras caras”. En “Winchester 73” eso quedó más que demostrado...