Locos de cine: Joan Crawford
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Querido diario:
Joan nació en una familia modesta y comenzó haciendo todo tipo de trabajos poco cualificados, hasta que gracias a un concurso llamó la atención.
Fue una de las estrellas más responsables del cine dorado de Hollywood entre los años 30 y los 50, jamás discutía un diálogo aunque no estuviera de acuerdo y nunca llegaba tarde al plató.
Esa cualidad la llevó al extremo de querer que todos los que la rodeaban fueran como ella y no perdonó a quienes no lo fueron, incluidos sus propios hijos.
Pero su verdadera enfermedad se concretó en el desarrollo de fobias, entre la que destacaba la fobia a la suciedad, que alcanzaba el paroxismo en relación con los cuartos de baño.
Cada una de las cinco veces que se divorció hizo que le cambiaran el váter de su casa. Se lavaba las manos cada diez minutos e iba detrás de los invitados a su casa, limpiando con un trapo todo lo que tocaban con las manos. Nunca fumaba un cigarrillo del que ella no hubiera abierto la cajetilla y si alguien la tocaba, la tiraba a la basura. Cuando iba de promoción y llegaba a un nuevo hotel, por muy lujoso que fuera, fregaba varias veces el lavabo. Cuando un fontanero que acababa de instalarle un váter nuevo, lo probó orinando en él, le obligó a cambiarlo inmediatamente.
En 1974 alguien le hizo una fotografía que le disgustó tanto que Joan empezó a beber y a fumar desesperadamente y, durante los siguientes tres años, hasta su muerte en 1977, no aceptó ser fotografiada y casi nadie la volvió a ver.
Siempre dormía con un pijama blanco y segundos antes de fallecer le dijo a su ayudante: "Maldita sea... no te atrevas a pedirle a Dios que me ayude".
Todo un carácter de chica, de la que puedes saber más escuchando este mp3….
