Bruce Willis, el duro socarrón
Como tantos otros actores, antes de hacer horas en una pantalla, Bruce Willis echó horas y horas sirviendo copas detrás de la barra de un bar. Pero en su caso, al margen de servirle de colchoneta económica mientras esperaba el momento de poner un pie en un plató, la gran oportunidad le llegó, precisamente, gracias a sus artes como barman. Un director de casting necesitaba un camarero para un papel más que secundario en una película menor, le pidió un whisky y le gustó tanto cómo se desenvolvía, que lo contrató. A partir de ahí, su carrera ha sido cual montaña rusa, pero a pesar de los vaivenes, sigue al pie del cañón como hombre de acción por excelencia. Para ello, Bruce Willis dedica gran parte de su tiempo a hacer deporte, tanto fuera como dentro del plató. Pasada la frontera de los cincuenta, las cosas se empiezan a poner difíciles y para no descuidarse, Willis se compró un gimnasio-caravana que se lleva a todos los rodajes. Piscis y alemán (nació en una base militar de la República Federal Alemana), mide 1'83 y de lo que más orgulloso se siente es de ser padre de tres hijas fruto de su matrimonio con Demi Moore. "Estoy mucho más orgulloso de ser padre, que de ser actor. Por eso, me importa mucho más quien soy como padre que como imagen de recepciones y festejos". Y hablando de imágenes, siempre ha prestado la suya para apoyar al partido republicano, tradición que tampoco rompió con la guerra de Irak.
Aquí tienes un mp3 para saber un poco más...