
Colgados de la plataforma: Semana del 16/08/2021 al 22/08/2021
Querido primo Teo:
Hace unos meses Disney estrenó “Cruella”, la película de orígenes de la supervillana de la factoría Cruella de Vil, de manera simultánea en salas y en la plataforma Disney+ con taquilla premium para sus abonados. La película protagonizada por Emma Stone y dirigida por Craig Gillespie (“Yo, Tonya”) ha recaudado 221 millones de dólares en todo el mundo, 85 de ellos corresponden al mercado usamericano, y Disney no ha dado a conocer lo ingresado a través de su servicio en streaming. No son malos datos para una producción de 100 millones de dólares aunque también es verdad que teniendo en cuenta que es una película que ha tenido una buena aceptación seguramente sus números en taquilla habrían sido superiores si solamente se hubiera estrenado en salas, “Fast & furious 9” ha hecho 623 millones de dólares en todo el mundo porque no se ha compartido con ninguna plataforma. Hace unos días Disney anunció que “Cruella” tendrá secuela, que se había alcanzado un acuerdo con Emma Stone y aunque no hayan trascendido las cifras sí que se ha dado a entender que es tan beneficioso para la intérprete ganadora de un Oscar por “La la land” como para el Estudio. A Stone no le gustó que el estreno de “Cruella” no fuera exclusivamente en salas porque ella tenía derecho a recibir un porcentaje de la taquilla y se especuló con la posibilidad de que se sumara a Scarlett Johansson y demandara a Disney por incumplimiento contractual. Podemos entender a la futura entrega de “Cruella” como la confirmación de que el cine con su nueva edad de las plataformas ha recuperado el concepto industrial que se practicó durante el sistema de Estudios. El cine concebido como un negocio que engloba la producción y la exhibición, con una clarísima diferencia entre sus productos: las grandes apuestas para atraer al público (en este caso al suscriptor) frente a las producciones más modestas y con pretensiones artísticas para aumentar su prestigio, mientras que las que no se ajustan a ninguno de los dos pasan a ser relleno con la esperanza de que el algoritmo haga el resto para llegar al espectador.