Querido primo Teo:
Dos reinas del melodrama clásico, que se decía que mantuvieron una relación distante, fueron Bette Davis y Joan Crawford, quizás esta supuesta agria relación se exageró de cara a la galería para promocionar la película que ambas protagonizaban, pero francamente, a título personal, creo que algo de verdad sí había. Las dos ostentaban una considerable fama de mujeres difíciles, con las cuales no era fácil lidiar en los rodajes y resulta lógico que, al juntar a dos mujeres de rompe y rasga como ellas en escena, debía de ser algo explosivo, tanto en el buen como en el mal sentido. Cuenta la leyenda que la Crawford (de la cual las malas lenguas relataban su rumoreada promiscuidad) intentó seducir a Bette mediante regalos y cartas. La Davis se comenta que siempre rechazó sus insinuaciones sexuales ya que no le atraían las mujeres, por tanto su odio venía de atrás, de antes de trabajar juntas. Su mala relación era una de las comidillas de Hollywood. Como Bette Davis supuestamente aseguró después de la muerte de la Crawford parece ser que su rival se enamoró de ella.