Querido Teo:
En los años 50, tras la terrible posguerra, España vivió un incipiente renacer económico. El abandono de la desastrosa política autárquica por parte del gobierno y las ayudas estadounidenses hicieron que, tras muchos años de penurias, los españoles comenzaran a vislumbrar algo de luz entre tanta miseria. Este dramático ambiente, unido a las mayores posibilidades económicas, fueron el caldo de cultivo idóneo para que se produjera en España una explosión del cine negro, género cinematográfico por excelencia de los años 40 que llegó, vio y venció en nuestro país como instrumento idóneo para canalizar las inquietudes de toda una sociedad sumida en el fatalismo.