Querido diario:
Esta tarde tenemos recuento después del "permiso de socialización" del que disfrutan algunos de La Clínica. "El Venas" no ha salido porque tuvo una crisis existencial después de meterse una sesión triple de Bergman y, no se sabe la causa pero, cuando se pone existencialista le da por matar y la asistente social se mosquea.
Se ha puesto contento al verme y estamos preparando un trivial sobre Sean Connery para entretener a los psicos en la cola del recuento.
Sean está empezando a "calentar" a los periodistas y aprovechando que está en Roma, cuenta que antes de Junio ya tendrá lista su biografía. La editorial Harper Collins le soltó el adelanto, pensando que Sean tiene bastantes cosas para contar…si quiere.
Como Sean dice que no conserva nada de sus 75 años de pasado, va a tener que recurrir sólo a sus recuerdos, empezando desde que era un niño pobre en Edimburgo.
Lo esencial lo lleva tatuado en la piel, literalmente, en dos tatuajes: "Mamá y papá" y "Escocia por siempre".
De su padre recuerda que no fue a verle al hospital cuando nació…"porque no tenía ni tiempo ni dinero. Pero me quería, aunque no me di cuenta hasta que desapareció. Fue una de las veces en que pensé seriamente en dejar el cine.".
Tampoco su madre era de mucho mimo que digamos porque Sean dice que… "Me he dado cuenta ahora de que nunca me abrazó, nunca tuvo un gesto afectuoso. Era un poco por su carácter y otro porque siempre la recuerdo cansada. Esto creo que ha pesado en mi vida afectiva y en mi relación con las mujeres".
Del nacionalismo "a distancia", y más en concreto desde su casa en Las Bahamas, también contará cosas. Contará por ejemplo lo que pensó en la semana que se tomó para decidir si aceptaba el título de Sir que le daba la reina de Inglaterra. Lo aceptó. Sobre las críticas que le llovieron cuando le llegó la oferta de ponerle su imagen a un güisqui japonés. Lo aceptó TAMBIÉN.
Dice que no volverá a vivir en Escocia mientras no sea independiente y que mientras llega, prefiere pagar impuestos a Inglaterra y a Usamérica, aunque sí que pone dinero para organizaciones escocesas no gubernamentales que tienen colegios para niños pobres o minusválidos, además de tener el proyecto de hacer una escuela de cine.
También está colaborando en una historia de Escocia de 14 volúmenes que forma parte de un proyecto donde también hay una serie para la BBC escocesa. Sigue diciendo que en su país no le tratan bien los "masamedios" porque están todos en manos de extranjeros y que siempre que hablan de él le critican diciendo que, ¿Porqué tiene que decirle a los escoceses a quien tienen que votar alguien que no vive ni paga impuestos en Escocia?
El 25 de Agosto va a celebrar su 75 cumpleaños, y para muchas chicas es el "tercera edad" más sexy del mundo. Una de las periodistas que lo ha entrevistado en Roma dice que todavía tiene sonrisa maliciosa, elegancia y un destello de cuando todavía se llamaba Thomas, y fue tercero en el concurso de Mr Universo.
En sus memorias tendrá que dedicar un buen trozo a 007, empezando por la suerte que tuvo al ser elegido, cuando el escritor del personaje, Ian Fleming, no quería que fuera él sino Cary Grant o David Niven. Aunque cuenta que cuando Fleming vió los primeros minutos de la primera peli de bond y le escuchó decir lo de… "Mi nombre es Bond, James Bond", no sólo se quedó convencido sino que hasta convirtió al personaje en escocés. Le escuece que tres de cada cuatro personas que le reconocen, lo hagan por 007, aunque también reconoce que le debe mucho, casi hasta el mismo oficio, porque le sirvió para descubrir el cine. Sean lo que quería ser por entonces era jugador del "Manchester United", y habría sido fichado de no ser por un problema muscular.
Cuando hace memoria para acordarse de su primera película vista en un cine, no se acuerda del título…."…pero era de un padre, un niño y un perro. El padre era severo y quería educar al perro con mucha disciplina. El niño en cambio quería jugar libremente con él. Salí del cine odiando al padre".
Sean es de los que no mezcla el trabajo con la vida y dice que le gusta imitar la actitud de Don Alfred Hich. Por mucho que ponga en el trabajo, se larga cuando acaba diciendo…"Sólo es una película".
No le creas nunca cuando dice que se va del cine, porque también reconoce que le encanta desmentirse y que cuando ve un buen guión, no lo duda.
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