Cine en serie: “Big little lies”, mujeres ¿perfectas? en la playa de Monterrey
Querido Teo:
Este domingo terminó en Estados Unidos "Big little lies" , una miniserie que llamó la atención desde el mismo momento en que dio a conocer a su reparto repleto de estrellas de Hollywood y que finalmente ha cumplido con creces el calificativo de serie de calidad que persigue siempre HBO.
“Big little lies” nos ha contado la historia de un grupo de mujeres que aparentemente viven la vida perfecta en sus lujosas y mastodónticas mansiones junto a una familia perfecta con todo lo que podían soñar. Sin embargo no es oro todo lo que reluce. A ese celestial Monterrey se muda Jane Chapman, una chica que junto a su hijo huye de un pasado turbio y oscuro y, aunque en su caso está claro que persigue esa vida perfecta, pronto los espectadores descubriremos que Jane no es la única con problemas.
“Eres humana, tienes problemas como todos, bienvenida al jodido mundo real”, esa afirmación le hace Jane a Madeline, la protagonista de esta historia, una arrebatadora y deslenguada Reese Witherspoon que ha conseguido regalarnos, con toda la dignidad posible, a una mujer fuerte y segura que rechaza las críticas y a todo el que se enfrente a ella pero que, al final del día, comete errores y es frágil como todos nosotros.
Y es que “Big little lies” es un poderoso relato feminista porque se basa en mostrarnos a las mujeres tal y como son; fuertes y débiles, acertadas y equivocadas; en definitiva, imperfectas, como el resto de seres humanos. Choca ver en televisión historias de mujeres adultas, que pasan la cuarentena, con problemas con los que te puedes encontrar cada día; infidelidades, violaciones, violencia machista y las lacras sociales de la conciliación laboral. Este drama adulto (con toques culebroneros aunque muchos la tachen de ello como si fuese algo despectivo) las aúna todas en diferentes mujeres para acabar siendo una catarsis emocional del empoderamiento femenino con su desenlace, sin spoilers, en esa playa todas unidas.
Madeline Martha McKenzie ha sido icónica porque, aunque a primera vista pudiese parecer la típica señora rica de vueltas con todo, ha sido una mujer graciosa e ingeniosa, errada en mayor medida y, sobre todo, luchadora por lo que cree más justo para sus amigas. Jane Chapman (una Shailene Woodley redimida de franquicias destrozacarreras) ha sido capaz de lidiar con su pasado y ha conseguido dar un paso adelante por ella y su hijo. Renata Klein (pon una Laura Dern en tu vida) puede que haya sido la “mujer desesperada” de la serie pero no juzgo su comportamiento, ya que hoy en día sigue (desgraciadamente) estando mal visto que una mujer trabajadora alcance el éxito porque eso significa que está dejando de lado a su familia y se vienen las constantes críticas de “mala madre”. Y Bonnie que siempre ha sido un espíritu libre. Pero también hemos tenido a Celeste.
Si Madeline era el cerebro de esta serie, Celeste ha sido el corazón. En siete episodios ha sido capaz de rompernos por dentro en varias ocasiones porque ella misma no aceptaba que su vida no era perfecta; ni su matrimonio ni sus hijos; todos ellos estaban dañados.
Nicole Kidman es de esas actrices actuales quienes, pese a conocerse su vida casi al dedillo, siguen manteniendo las distancias y siendo unas grandes desconocidas. Donde Kidman trabaja mejor es desde la contención, y en ella es donde es capaz de desatarse. Pedir el Emmy para ella me sabe a poco, porque realmente creo que es una de las mejores interpretaciones del año y no creo equivocarme diciendo que pocas secundarias en televisión (y cine) podrán hacer lo que hace ella y el viaje que experimenta con Celeste.
“Big little lies” era una cuestión personal de Reese Witherspoon, que consiguió que Jean-Marc Vallée dirigiese todos los episodios de la serie (en el que probablemente sea su mejor trabajo tras la cámara). Aquí una vez más se confirma que Vallée es un excelente director de actores, porque todas ellas brillan con luz propia.
La música también ha sido muy importante en esta ficción, que cerraba su último episodio con la canción You can’t always get what you want (no puedes conseguir siempre lo que quieres)". Por eso crea fascinación “Big little lies”; un grupo de mujeres reales que lidian con los problemas de su vida, con enorme dignidad y que luchan por sus familias y por ellas mismas, que se equivocan, pero se terminan ayudando unas a otras porque para eso está la amistad.
Rubén Murillo