"Jackie"
La web oficial.
El argumento: Película sobre la ex primera dama estadounidense Jacqueline Kennedy centrada en los días inmediatamente posteriores al asesinato de JFK, en Dallas, el 22 de Noviembre del año 1963.
Conviene ver: "Jackie" es una nueva deconstrucción del subgénero del biopic que ha llevado a cabo Pablo Larraín esta temporada tras su elogiada “Neruda”. Ahora refleja el duelo de una mujer casi como si fuera el luto de una reina consorte, siendo los Kennedy lo más parecido a la monarquía que ha habido nunca en Estados Unidos. El trabajo es curioso y original marchando por derroteros nada obvios que van desde el afligimiento, la rabia y el misterio sobre una mujer de la que nunca terminamos de saber lo que siente realmente, hermética, fascinada por la televisión y organizando el cortejo funebre de su marido encerrada entre lingotazos y escuchas del musical "Camelot". El bello intento de humanizar a un icono del siglo XX casi en forma de tragedia griega (con una música atonal y fantasmagórica de Mica Levi) aunque la pena es que la conocemos en la película más por la posición que ocupaba que lo que realmente era como mujer independiente; aquí presentada como una joven con todos los sueños de futuro truncados y que se enfrenta casi a una representación teatral frente a los demás antes de salir de la Casa Blanca tras el golpe catártico del que acaba fluyendo la realidad de un matrimonio infeliz que se lucía ante la galería y de una madre poco amante de sus hijos lo que inunda a la cinta de una amargura y de un derrumbe de la imagen pública de la familia Kennedy que no habrá gustado del todo al público USA. Una cinta correcta, original e intensa pero que se queda corta en emoción y termina siendo algo distante a pesar del recital de Natalie Portman, en plena reconstrucción del dolor de una mujer golpeada pero que sabe llevar la presión de que el foco de todo el mundo esté puesto en ella, y que engulle al resto del reparto y sus apariciones breves (destacando a Peter Sarsgaard como Bobby Kennedy, a John Hurt como su confesor espiritual y a Billy Crudup como un periodista que le entrevista) y que terminan siendo meros retazos, siendo Portman básicamente por lo que se merece ver esta caleidoscópica visión de esta figura que tiene como principal reproche que se quede en la superficie del personaje (a pesar de pretender regodeare en su dolor) y que no llegue nunca a trasmitir emoción siendo un conjunto tan medido que es frío y, en ocasiones, errático basándose en primeros planos de la actriz que llena la pantalla en una interpretación que, quién lo diría, recuerda a la de su Nina en “Cisne negro”, aquí como una mujer que intenta ofrecer su cara real a través del hilo conductor de la entrevista a la que le somete un periodista que intenta acercarla a la feroz y curiosa opinión pública siempre ávida de carnaza. Larraín termina ocupando ese rol y transforma ese estado de ánimo y esa personalidad una cinta casi más teatral y psicológica que cinematográfica en el estudio de un estado de ánimo y en la proyección y la orquestación con la que se diseña la imagen que se da a los demás de una figura pública.
Conviene saber: 3 nominaciones al Oscar 2017 en las categorías de actriz, música y vestuario.
La crítica le da un SEIS