"Películas clave del cine histórico"
Título: “Películas clave del cine histórico”.
Autor: Enric Alberich
Editorial: Ediciones Robinbook
Colección: Ma Non Troppo
Nota de la Redacción: Empezando por la olvidada “Cabiria” y terminando con la curiosa “300”, La obra es un catálogo de títulos comentados brevemente, sus fichas técnicas y un recordatorio igualmente breve sobre algunos actores sobresalientes en un género de etiquetado equívoco. Román Gubern, a cargo del prólogo de presentación, lo comienza marcando el terreno de juego con un criterio muy amplio “todas las películas que se pretenden históricas acaban por convertirse, antes que nada, en documentos históricos sobre su época de producción. Y al ser el presente un filtro óptico e ideológico del pasado, podemos afirmar que el cine que se pretende histórico es, sobre todo, un documento elocuente de la época en que se produjo.”Afirmado esto, las posibilidades irían desde las “de romanos” a la aventura del Apolo 13.
Aunque no falten los títulos más previsibles, no se pretende en la selección mayor rigor académico que el que se observa cuando el cine refleja a la reina Cristina de Suecia como una heterosexual de formas hermosas, en vez de ofrecer a la igualmente respetable lesbiana bigotuda y maciza que en realidad fue.
La lectura de esta selección, que forma parte de una colección editorial que abarca más que aprieta bajo el título genérico de “películas claves”, ofrece un popurrí de anécdotas, dificultades, curiosidades chocantes y retazos de marco histórico. Esto le permite al autor moverse sin complejos y saltar de “Cleopatra” a "El gatopardo"; y del “Satiricón” a “Paseo entre el amor y la muerte”.
Para darte una idea del punto de vista, tono y extensión, al margen de todas las fichas técnicas correspondientes, aquí tienes por deferencia de la editorial, dos ejemplos de comentarios, uno de película más bien olvidada y otro de gran clásico, ambos de 1959…
Como muestra de la dificultad de relaciones serias entre la historia y el cine, un detalle del comentario del autor en "Ben-Hur" basta como muestra. Alberich califica -por extensión popular- de Coliseo, el escenario de la famosa carrera. En realidad se corrían en circos y no en anfiteatros como el coliseo, nombre dedicado exclusivamente al anfiteatro Flavio de Roma. La carrera se rodó en las afueras de roma, donde se construyó el decorado, pero en todo caso se sitúa en el circo de Antioquía y faltaba un siglo para que fuera construido el coliseo.