"Sunset song"
La web oficial.
El argumento: Un relato épico e intimista sobre la esperanza, la tragedia y el amor ambientado a principios de la Gran Guerra (1914-1918). Se trata de una adaptación de la novela del autor escocés Lewis Grassic Gibbon.
Conviene ver: “Sunset song” es obra de Terence Davies, el preciosista director de títulos como “The deep blue sea” que cuatro años después rebaja la solemnidad teatral y neblinosa de aquella para abordar el drama romántico de época clásico adaptando la novela de Lewis Grassic Gibbon que se centra en la lucha de una mujer que sufre la sociedad paternalista y machista de la Escocia rural de principios del siglo XX, esa marcada por la tradición, los avances agrarios y la I Guerra Mundial. La cinta se centra en tres actos; todos centrados en la determinación, autonomía y rebeldía de Chris Guthrie. Y es que la historia empieza con una chica cultivada e inquieta intelectualmente que sufre los desplantes de su padre, un pendenciero irascible y violento al que no podía dar vida otro que no fuera Peter Mullan, así como es testigo de los episodios de violencia a los que somete a su hermano y también a la desconsideración con su madre; que ocupa el rol de mujer abnegada y preocupada que en esta sociedad tiene como única misión la de parir y cuidar la casa. Dejando este entorno poco a poco atrás debido a las circunstancias, se acaba enamorando de un joven de buenos modales que la ama, la venera y la respeta hasta que la llegada de la guerra (y los mensajes de cobardía que recibe el joven) acaba minando la relación. No tengan miedo aquellos que no han logrado conectar con el cine de Terence Davies hasta la fecha, estamos también ante un drama de época de manual que en ningún momento decae (a pesar de sus dos horas y cuarto) en el que el director (que no deja de ser un esteticista hombre de referencias teatrales) logra atrapar al espectador provocándole una gran fascinación por lo que cuenta y por cómo lo cuenta; ya que cada escena es digna de cuadro de la mejor galería pictórica paisajística y es destacable (y casi un personaje más) el uso que hace de la música tradicional escocesa, insertada y presente en la historia en todo momento de manera más que acertada siendo interpretada en su mayor parte por los propios actores. La película no sería lo mismo sin la pareja formada por la bellísima Agyness Deyn, que se echa con maestría la película a sus espaldas a pesar de ser una modelo con todavía breve experiencia en el tema del cine, y un Kevin Guthrie que confirma el desparpajo y versatilidad que demostraba en “Amanece en Edimburgo” en un personaje complejo y con aristas y con importante y debatible evolución psicológica a lo largo de una película que no deja de ser un retrato de supervivencia en el que la amenaza de la maldad humana fruto de la insatisfacción da poca tregua al bien y a los impulsos de seguir hacia adelante. Toda una joya que no merece pasar desapercibida.
Conviene saber: A competición en el Festival de San Sebastián 2015.
La crítica le da un NUEVE