"Buscando a Dory"
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El argumento: Ha pasado un año tras los acontecimientos narrados en "Buscando a Nemo", y ahora Dory vive una apacible vida junto a Marlin y su hijo Nemo. Pero durante un viaje para ver cómo las mantarrayas migran de vuelta a casa, el problema de memoria de Dory parece desaparecer durante un segundo; recuerda que tiene una familia y decidirá en ese momento partir en una aventura para reencontrarse con sus padres, a los que perdió años atrás.
Conviene ver: "Buscando a Dory" parece volver sobre los pasos de la exitosa película de Pixar de hace trece años que empezó a confirmar el dominio animado de la compañía. Es verdad que eso le resta efecto sorpresa pero da todo el protagonismo al personaje robaescenas de la anterior cinta que aquí vuelve a ganar la memoria para ir en busca de sus orígenes. Todo surgió ante la insatisfacción del director por comprobar en 2011 (como revisitó la película) que la trama de Dory no se cerraba de la mejor manera para ella dejando dudas sobre qué sería de ella. La factura técnica vuelve a ser imponente y, aunque estamos en una cinta más cercana a “Toy story 3” que “Monstruos University” en el concepto de secuela, le falta un arrebato de genialidad para saltar al olimpo de la compañía. Ritmo trepidante y emoción necesaria, sin el humor y la intriga de anteriores cintas, con un inicio que no desmerece al de “Up” aunque palidezca en la comparación con “Buscando a Nemo” y tengamos a Marvin y Nemo como meros pegotes. El guión no es el punto fuerte de la cinta, más lineal y repetitivo, así como demasiado infantilizado, pero se saca de la manga una vistosa y fresca aventura que funciona con ritmo y con otro personaje revelación como es el pulpo Hank que huele a spin-off así como los leones marinos. Su fuerte es la emoción y la sorprendente habilidad de la compañía para conectar con todas las generaciones ofreciendo una cinta que queda por debajo dentro del listón que tiene la compañía pero que calificaríamos de obra maestra si perteneciera a cualquier otra. La pena es que cada vez más los brotes de originalidad son más intermitentes y Pixar es cada vez más factoría volviendo a personajes anteriores para explotar el filón.
Conviene saber: Andrew Stanton vuelve a estar a los mandos de las aventuras de estos personajes.
La crítica le da un SIETE
La acabo de ver en el cine hoy, en Croacia, por segunda vez. Totalmente de acuerdo, demasiado infantilizada, el final chirría por todas las costuras, Marvin, y más aún Nemo, son meros pegotes de muy poca presencia. ¿Lo mejor? otro robaescenas, el pulpo Hank, verdadero protagonista de buena parte de la cinta y de la mayoría de los mejores diálogos. No sorprende que los créditos finales los ocupe del todo él. Muy por debajo de Buscando a Nemo.