HBO son las tres letras de oro que cuando aparecen juntas hacen las delicias de los psicofans de las series. Si, el resurgir de las series usamericanas desde finales del siglo XX se debe en buena parte a la creadora de series tan fantásticas y ya míticas como “Los soprano”, “A dos metros bajo tierra”, “Deadwood” y “Mad Men”. A principios de este año se estrenó en Usamérica “In treatmen” (en España “En terapia”) una nueva ficción, en este caso diaria, que esta misma noche lanza Fox España.
“En terapia” sigue una estructura que también se respetará en su emisión española, algo básico para la temática de la serie y que necesita de un canal que ayude a ello. Los capítulos son cortos, duran apenas media hora, y el título de cada capítulo es el del día de la semana en que se emite. A cada día de la semana (de lunes a viernes) le corresponde un capítulo, una trama que se centra siempre en el doctor Paul Weston, psiquiatra que recibe de lunes a jueves a uno de sus pacientes.
En los capítulos de los lunes Weston recibe a una enfermera ninfómana, los martes es el turno de un militar con delirios de lo vivido en la guerra, el miércoles la consulta queda reservada para una gimnasta adolescente bajo presión, y el jueves le toca a una pareja acomodada con problemas conyugales.
El doctor Weston trata a todos estos pacientes y tanto él como los espectadores reciben a esos personajes en su día de la semana correspondiente, eso hace que Fox vaya a emitir también la serie todos los días de lunes a viernes. Es un requisito indispensable para entrar bien en ella.
Hemos dejado el viernes sin marcar, pero ese día es el de mi cita preferida. Eso si, junto al miércoles, porque la temática de la adolescente es quizás la más interesante de la serie. La joven actriz Mia Wasikowska es la revelación de la serie y ya ha sido fichada por Tim Burton para interpretar a Alicia en la versión que está preparando sobre el clásico de Lewis Carroll.
El viernes al doctor Weston le toca ser paciente y después de una semana escuchando los problemas de los demás se reserva el día para que alguien escuche los suyos. Los viernes tenemos los capítulos más potentes en los que el doctor visita a su propia terapeuta. ¿Acaso el que nos atiende al otro lado del diván no puede necesitar tanta o más ayuda que nosotros?.
Gabriel Byrne interpreta al doctor Weston y Dianne Wiest, la actriz conocida por ser una de las fetiche del cine de Woody Allen y ganadora en los pasados Emmy por este papel, interpreta a Gina, la terapeuta con orígenes italianos que atiende al personaje de Byrne. Es un auténtico lujazo ver frente a frente a estos dos actores, siendo además una serie que por sus características fomenta el diálogo y el ambiente teatral. Por eso mismo nunca vemos exteriores y a lo largo de los 30 minutos que dura cada episodio nos encontramos entre divanes, libros y salas de terapia.
El ambiente es oscuro, algo asfixiante, pero también revelador e íntimo. La serie ha recibido críticas de cargante y demasiado filosófica para el espectador, pero yo te aseguro que es una serie que engancha. Su principal riesgo es que hay historias que te interesarán más que otras, y eso hace que haya días de la semana que te motiven especialmente mientras que otros los ves con ganas de que llegue el siguiente.
La serie está producida por Mark Wahlberg, que ya ha producido otra serie como “El séquito”, y realizada por Rodrigo García, el hijo director de García Márquez. La serie parte de una producción israelí del mismo título.
La primera temporada está compuesta por 43 episodios y no se me ocurre plan mejor para la medianoche de los próximos tres meses. Una cita diaria, una autoterapia de la que como espectadores también podemos disfrutar en la que los diálogos, miradas y silencios hacen desarrollar toda una serie de emociones que sólo pueden salir en la intimidad de un diván.
El punto de partida es el robo a un banco belga. La primera sensación es de reconocimiento. Hemos visto muchas secuencias de este tipo, y más peculiares. Pero vamos a descubrir que hay algún admirador de David Mamet entre los guionistas. Es mi referencia cuando una trama se va desenvolviendo hasta encajar como muñecas rusas, llenando la historia de buenos detalles y sin dejar hilos sueltos.
Los Emmy 2024 ya han dado a conocer sus ganadores cuando todavía no hemos olvidado unos Emmy 2023 que tuvieron que retrasarse varios meses debido a la huelga que tenía parado a Hollywood hace tan sólo un año. El efecto rodillo y una cosecha no especialmente memorable ha marcado una edición que deja una absoluta ganadora como es "Shôgun" que con 18 Emmys bate el récord de serie más premiada en una misma temporada (lo ostentaban "John Adams" en 2008 con 13 y "Juego de tronos" en 2015, 2016 y 2019 con 12). Además se convierte en la primera serie en habla no inglesa en ganar el Emmy a la mejor serie dramática. Por su parte "The bear" (aunque haya perdido como mejor serie de comedia frente a "Hacks") consigue 11 Emmys en esta rama batiendo su propio registro de 2023 con 10 como ya presuponía el hecho de que también batiera en esta edición el número de nominaciones de una serie de comedia con 23. "Mi reno de peluche" ha sido nombrada la mejor serie limitada como colofón a un fenómeno aupado desde la plataforma Netflix.
Racismo, populismo político y fútbol; los tres componentes que vuelven a demostrar la habilidad de la industria televisiva francesa para poner el dedo en una llaga de sociedades que se sienten muy avanzadas. El responsable de esta inquietante historia repite. Fue él, Eric Benzekri, quien sacó adelante la estupenda "Baron noir" (2016-2020).
Ryan Murphy es uno de los creadores más notorios de este siglo XXI. Aunque no goce del prestigio de David Simon o Aaron Sorkin sí que ha conseguido dejar su huella en la producción televisiva de estas últimas décadas. A él le debemos “American horror story”, “Nip/Tuck”, “Glee”, “American crime story” o "Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer". En el año 2018 llegó a un acuerdo multimillonario con Netflix, 300 millones de dólares nada menos, para producir con la compañía en streaming pero la cosecha no fue tan provechosa como la obtenida con la Fox, a través de su canal FX, lo que ha propiciado la ruptura entre Murphy y Netflix y que el productor haya vuelto a la que era su antigua casa que ahora se encuentra ubicada en Disney.