Conexión Oscar 2016: ¿El turno de Leonardo DiCaprio?
Querido primo Teo:
Año 2040. El Jennifer Lawrence Theatre acoge la 112ª edición de los Oscars. El público se pone en pie para recibir a Quvenzhané Wallis, leyenda viva de estos galardones ya que ha sido la única que ha logrado batir el récord de Katharine Hepburn. La ganadora de 6 Oscar a la mejor actriz, el último por el desgarrado drama “Ese lingote es mío”, se dispone a hacer entrega del premio al mejor actor. Los candidatos de una de las ediciones más reñidas que se recuerdan son...
* Adam Sandler por “Dentro de la garganta profunda”, su nueva colaboración con el venerado cineasta Paul Thomas Anderson en donde como puedes adivinar por el título utilizado para estrenarse en España interpreta a Gerard Damiano, el director de la película que cambió la historia del cine porno.
* Álex González por el biopic del cantante El Puma. Es el 1oº intérprete español que logra la hazaña de ser candidato al Oscar. La última fue Anna Allen por su elogiada interpretación en “Yo no soy esa”, el falso documental dirigido por Casey Affleck.
* Taylor Lautner por protagonizar “El crepúsculo de los lobos”, una nueva visión descarnada sobre Hollywood que cuenta con la dirección de David Fincher. Es el preferido de la crítica.
* David Oyelowo, la cuota británica y negra de esta edición, por el biopic de Jaden Smith, la mayor estrella de la industria del entretenimiento de las últimas dos décadas.
* Leonardo DiCaprio por “Yo besé a Elvis”. Es sin duda el mayor desafío de su carrera, nada que ver con aquella película en la que interpretaba a un asesino en serie con personalidad múltiple, la versión seria de “Identidad”. A sus 65 años interpreta a Dolores Hart, actriz que abandonó su carrera para ingresar en un convento y que se convirtió en una ejemplar académica, fue la única que vio todas las películas nominadas y aquéllas que pretendían estar en la carrera, incluidas las de pronóstico reservado como “Love” de Gaspar Noé.
Quvenzhané abre el sobre y lee “Y el Oscar es para…. LEONARDO DICAPRIO POR “YO BESÉ A ELVIS”. Él no se lo puede creer, lleva esperando ese momento desde el año 1994, cuando fue candidato por primera vez por “¿A quién ama Gilbert Grape?”. Se levanta de su asiento, se dirige al escenario y antes de llegar se da la vuelta y ve que las modelos de Victoria´s Secret que se ha traído a la ceremonia aún no se han largado. Recoge su estatuilla y la ovación es atronadora, desde el auditorio se pueden escuchar los gritos de sus fans que han llenado las calles que rodean al teatro, algunos van con aquella carpeta del Nuevo Vale a la que tanto se aferraron durante su adolescencia, "desde el entierro de Rodolfo Valentino no se veía nada similar" dijo uno de los comentaristas. Los oscarólogos que han sido encerrados en un zulo para un programa de televisión no dan crédito y la Maris, ¿quién es esa?, no ha vivido para verlo y eso que se atrevió a aventurarlo en el año 2013. DiCaprio traga saliva, mira embelesado al eunuco dorado y pronuncia unas palabras que seguramente ha meditado durante muchos años. “Ya no me lo esperaba. Gracias”. Y termina su discurso. Hemos presenciado uno de los momentos más memorables de la historia de los Oscars.
No sé si tendremos que esperar 24 años para que llegue ese día. Pero cuando ocurra se producirá un colapso. Twitter por poco se cae el día en el que la CNN sacó una placa que se utilizaba para los preparativos de la ceremonia del 2014 en la que le situaba como vencedor del Oscar al mejor actor por su trabajo en “El lobo de Wall Street”, lo gracioso es que aún no se había comenzado a votar para elegir a los ganadores, y muy pocos fueron los que se dieron cuenta del último detalle. “¿Cuándo ganará un Oscar DiCaprio?”, “¿qué es lo que tiene que hacer para ganar un Oscar?”, ¿cómo es posible que Jean Dujardin tenga un Oscar y DiCaprio no?” O ”Este año por fin Hollywood le va a dar el Oscar que tanto le debe a DiCaprio”. ¿Cuántas veces las hemos leído, escuchado e incluso pronunciado? ¿Y cuántas bromas se han hecho sobre la mala suerte de DiCaprio en los Oscars? Ambas preguntas tienen una respuesta; infinitas.
Probablemente Leonardo DiCaprio sea uno de los actores más icónicos del Hollywood de los últimos 20 años, y es junto a Robin Wright lo mejor que nos dio ese culebrón llamado “Santa Barbara”, cuenta la leyenda que alguien fue capaz de seguir todos sus episodios. Bromas aparte. Si a sus recién cumplidos 41 años ha alcanzado ese status es porque ha sido muy inteligente a la hora de construir su carrera y no siempre ha ido por el lado más fácil.
A la edad de 16 años entró a formar parte de la sitcom “Los problemas crecen”. La producción de la ABC ya estaba dando sus últimos coletazos y deseaba buscar a un chico joven para revitalizar a la audiencia, la estrella de la serie Kirk Cameron ya se había hecho mayor, había dejado de ser imán para las adolescentes y ya estaba provocando demasiados dolores de cabeza por sus creencias religiosas. No valió de nada su incorporación ya que acabaría siendo cancelada. Tuvo un golpe de suerte cuando Robert De Niro le escogió entre 400 aspirantes para que protagonizara “Vida de este chico” y DiCaprio aprovechó con creces la oportunidad. En 1993 llegaría “¿A quién ama Gilbert Grape” de Lasse Hallström, su interpretación de deficiente mental deslumbró a la crítica pero fue Tommy Lee Jones por “El fugitivo” quien se llevaría el Oscar al mejor actor de reparto.
Leonardo DiCaprio se convirtió en un ídolo juvenil. Era la fantasía de millones de adolescentes con ardores, de ambos sexos, pero eso no iba con él ya que quería que dejasen de verle como ese chico mono que forraba las carpetas, ni siquiera cuando se convirtió en una megaestrella con “Romeo + Julieta” de Baz Luhrmann y sobre todo con “Titanic” de James Cameron. Él pudo seguir explotando su imagen de galán trágico en producciones de corte similar y decidió esperar para trabajar en proyectos en los que realmente creía y con directores a los que admiraba, como Woody Allen en “Celebrity”, Danny Boyle en “La playa” o Steven Spielberg en “Atrápame si puedes”.
Pero el que ha sido fundamental en su trayectoria ha sido Martin Scorsese. Colaboraron por primera vez en “Gangs of New York” en donde DiCaprio fue devorado por Daniel Day-Lewis y Cameron Diaz, esta última de manera literal. Y a pesar de que el actor tiene fama de ser bastante difícil, entre él y Scorsese se formó un vínculo que ha permanecido hasta la actualidad y que nos ha dado otras cuatro películas; “El aviador”, la segunda nominación para el intérprete, “Infiltrados”, “Shutter Island” y, finalmente, “El lobo de Wall Street”, que le llevó de nuevo a los Oscar y también en calidad de productor, en donde DiCaprio se liberó de complejos, asumió sin pedirle disculpas a nadie que es una superestrella, y nos proporcionó la interpretación más icónica de su carrera y una de las mejores de los últimos años.
Por alguna razón DiCaprio no cae bien, ni a directores (Quentin Tarantino y él por poco llegan a las manos en el set de “Django desencadenado” y Clint Eastwood tampoco le guardó mucho aprecio durante el rodaje de “J. Edgar”), ni a los periodistas (él nunca ha querido ser simpático con los medios de comunicación) ni a sus compañeros de gremio (que le ven como alguien demasiado preocupado por ganar que probablemente a la hora de sellar un acuerdo ponga al lado de su firma "Oscar role!" y no como alguien interesado en tener una gran carrera). Sus no nominaciones por “Django desencadenado” y, sobre todo, por “Revolutionary Road” de Sam Mendes siguen siendo inexplicables.
Por “El renacido” de Alejandro González Iñárritu podría lograr su sexta candidatura al Oscar, y quién sabe si nos va a ahorrar 24 años de espera. En el film interpreta a Hugh Glass un expedicionario que sobrevive a un brutal ataque de un oso y que decide vengarse de sus compañeros que le dejaron abandonado. Probablemente “El negro” que es un gran director de actores le dijo a DiCaprio que el film era un resumen de su Historia con los Oscars y que el oso eran Tommy Lee Jones, Jamie Foxx, Forest Whitaker y Matthew McConaughey. La Fox no habría sacado adelante este proyecto si no llegan a aparecer González Iñarritu, Leonardo DiCaprio y Megan Ellison que ha sido quien lo ha financiado, y estos no entrarían si el Estudio no les llega a convencer de que puede ser una película que les lleve a los Oscar. Sin ver “El renacido”, en caso de que hubiese sido dirigida por finalmente Park Chan-wook y protagonizada por Samuel L. Jackson, sus primeras opciones cuando comenzó a gestarse, no estaríamos hablando de sus opciones de estar en la carrera sin comprobar cuál es su verdadero impacto.
La carrera de este año está siendo especialmente deslucida, sobre todo en la categoría de mejor actor, en la que puede suceder cualquier cosa, incluso que un candidato al que no vimos venir se convierta en el ganador. Probablemente por eso, Leonardo DiCaprio ya está haciendo campaña, una excepción ya que él no se caracteriza por darlo todo en diferentes eventos y programas de televisión, tiene el status que le permite no tener que bajar a los infiernos. Y su publicista ya se ha asegurado de que va a estar muy presente en los medios de comunicación al filtrar sus planes de boda con la modelo Kelly Rohrbach, porque en campaña todo vale.
Mary Carmen Rodríguez
BRAVO, lo que me he reido madre! Debo reconocer que aunque fiel defensora de Michael fassbender no me importaria que Leo por fin se llevara al ``eunuco´´ a casa.
Felicidades por el artículo 🙂
Muchísimas gracias.