Cine en serie: “Narcos”, lecciones de Historia
Querido Teo:
Después de unas semanas en las que me he llevado algunas decepciones, empezaba a pensar que o bien estábamos ante una sequía de series de calidad, o bien yo estaba empezando a perder el gusto por las series en general. Pues bien, al final resulta que ni lo uno ni lo otro, sencillamente estaba buscando donde no tocaba, y casi me pierdo una gran serie como "Narcos".
El otro día un amigo de mis años de colegio me dijo que a veces se perdía cuando me da por hablar de series japonesas de animación, o de producciones independientes que sólo se emiten por internet. Me sugirió que echase un ojo a las series más “de calle”, esas de las que habla todo el mundo, y “Narcos” es una de ellas.
Esta serie es una producción de Netflix basada en la vida de Pablo Escobar, el famoso rey del narcotráfico durante los años 80. Desde sus modestos inicios colando cartones de tabaco de un lado al otro de la frontera, pasando por su entrada en el negocio de la droga y su llegada a lo más alto del famoso cártel de Medellín, que llegó a mover millones de dólares diariamente.
Llevaba un tiempo escuchando buenas cosas acerca de esta serie, pero hasta la semana pasada no me puse a verla y, después de haber visto la mitad de sus diez episodios, puedo recomendártela sin ninguna duda. Y es que estamos ante una de esas series que consiguen engancharte desde el primer momento, y que tiene como protagonista a uno de esos malos que resultan fascinantes.
Lo más gracioso del asunto es que, en un mundo en el que hemos convertido el spoiler en una palabra maldita, “Narcos” consigue enganchar aun cuando sabemos lo que va a pasar en esta historia. Aunque no conozcamos los detalles concretos de la vida y milagros de Escobar, sabemos en general cómo va a ir evolucionando la trama y, a pesar de ello, cada giro resulta interesante y cada detalle sirve para añadir profundidad a esta biografía televisada.
Wagner Moura (“Elysium”) da vida a Pablo Escobar, y si ves la serie te darás cuenta de que tiene un acento algo particular, debido al hecho de que es brasileño en lugar de colombiano. Eso sí, consigue una interpretación muy convincente de este personaje histórico. Del lado de la ley tenemos al agente Murphy de la DEA, interpretado por Boyd Holbrook (“Behind the candelabra”), y a su compañero el detective Peña, al que da vida Pedro Pascal (el inolvidable Oberyn en “Juego de tronos”). Estos dos agentes serán los encargados de perseguir al escurridizo narco, y al mismo tiempo de vigilar sus espaldas para no acabar muertos en una cuneta a manos de uno de sus sicarios.
Un detalle que me ha gustado mucho de la serie es que los personajes de habla hispana emplean el idioma español en casi todas sus escenas, con subtítulos en inglés. Esto, que a nosotros nos puede parecer lo más lógico del mundo, siempre le resulta raro al espectador americano, poco acostumbrado a tener que leer en la pantalla para entender lo que está pasando. Pero este detalle ayuda mucho a darle credibilidad a estas escenas, en particular en las que el agente Murphy está de por medio ya que él no habla español. Ver en pantalla esa barrera cultural es importante para entender algunas de las situaciones que se dan en la serie, y de lo que sucedió en aquella época.
Así que a mi amigo Santiago, y a quien me haga durante estos días la pregunta clásica de “¿qué series puedo ver?”, le recomiendo sin duda que eche un vistazo a esta miniserie de 10 episodios, un cachito de historia muy bien contada y que me recuerda que a veces las grandes series están al alcance de la mano, no hay que irse a buscar muy lejos.
Atentamente.
Profesor Falken