Espresso: "El mundo sigue", la película "maldita" de Fernando Fernán Gómez

Querido Teo:

Reestreno en cines desde este pasado viernes en poco más de una decena de salas españolas de “El mundo sigue”, película “maldita” de Fernando Fernán Gómez y, para muchos estudiosos de nuestro cine, merecedora de ocupar un lugar de honor dentro de su Historia. La cinta llega ahora a las salas tras un casi clandestino estreno en 1965, dos años después de su producción, en el cine Buenos Aires de Bilbao siendo una cinta censurada por la etapa franquista.

Y es que “El mundo sigue”, además de descubrirnos al Fernando Fernán Gómez más autor completando su particular trilogía de la podredumbre moral española de aquellos años junto a “La vida por delante” y “La vida alrededor”, ofrece en esta cinta todo un alegato a favor de la condición femenina y de la supervivencia a toda costa frente a la miseria de una España inmersa en una alargada postguerra marcada por el racionamiento y la nula intención aperturista. Heredera del mejor neorrealismo italiano y con la sombra de Berlanga y Azcona, “El mundo sigue” adapta la novela de Juan Antonio Zunzunegui centrándose en dos hermanas muy distintas y que no se pueden ver; una abnegada y resignada esposa de un marido adicto al juego (el propio Fernán Gómez) y la otra una “vivales” de moral abierta que intenta sacar el partido a su atractivo para salir adelante en una sociedad marcada por el paternalismo y el oportunismo.

La cinta es un fiel reflejo de su tiempo y precisamente por eso tuvo tantos problemas tanto en su rodaje como en su difusión al mostrar frente a las autoridades la realidad de un país que se intentaba vender bajo la capa de la estabilidad, la paz y el desarrollismo y que en la cinta no arroja nada de luz o esperanza. Nada más lejos de una verdad marcada por la profunda división social, el machismo y la rivalidad. Con un mensaje que no ha perdido actualidad, en una sociedad en la que los casos de malos tratos siguen llenando más periódicos que antes pero aun así sin lograr su erradicación, Fernán Gómez tira de flashbacks y recursos narrativos que hacen más rico el detalle de lo contado, sustentado en las interpretaciones de Lina Canalejas y una estupenda Gemma Cuervo que tiene aquí, como esa joven más díscola, el papel que le podría haber encumbrado y que lamentablemente no se pudo disfrutar en pantalla. En el reparto también Milagros Leal, Agustín González, Pilar Bardem o Fernando Guillén.

La reivindicación de este título llega tarde pero siempre es buen momento para hacer una muesca más en la vasta nómina de películas que bien se merecen quedar destacadas a la hora de recordar los grandes momentos del cine español. Y es que el factor denuncia y el cine social tan en boga en el cine actual ya tuvo grandes maestros referentes que pelearon por enarbolar el mensaje en condiciones mucho más complicadas que las actuales.

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Nacho Gonzalo