Espresso: "La huella", clásico duelo actoral 35 años después

Querido primo Teo:

Hay remakes y remakes. Con el de "La huella" que llega a nuestras pantallas este próximo Jueves desde el principio hemos tenido una cierta garantía y seguridad de que no se perpetraría el clásico de Mankievicz de 1972 gracias a la noticia de que Kenneth Branagh era el encargado de la adaptación. El británico ya ha demostrado que es único adaptando grandes obras, sino que se lo digan a casi todo el repertorio shakesperiano y también a Mozart con la versión cinematográfica que hizo Branagh de la ópera "La flauta mágica"

Ahora, y con el apoyo y la persistencia de Jude Law, que decidió levantar el proyecto 35 años después de la película original, Branagh ha llevado de nuevo la historia al cine con Law en el papel que interpretó Michael Caine y con el propio Caine en el rol que tan bien desempeñó Laurence Olivier. Jude sigue con su persistencia de seguir los pasos del gran Sir Michael. En el año 2000 los dos fueron candidatos al Oscar en la categoría de mejor actor de reparto, ganando Caine la estatuilla por "Las normas de la casa de la sidra", después Jude Law hizo el remake de "Alfie" que protagonizó Caine en sus años mozos y ahora vuelve a interpretar un personaje que ya hizo Caine enfrentándose ahora cara a cara con el veterano actor.

De la película, cuanto menos se cuente mejor. Sólo recordar que cuenta la historia de un escritor que ha diseñado un gran plan para vengarse en su mansión del joven peluquero del que se ha enamorado su mujer. Como aventura Branagh, esta nueva versión de "La huella" se ha adaptado a los nuevos tiempos y tiene a los avances tecnológicos como instrumentos fundamentales para que transcurra la acción. Por eso, viendo el trailer no podemos dejar de reparar en cierto parecido con "La habitación del pánico" de David Fincher.

Como dice Branagh, la película se adentra más en la tensión homosexual que se respira entre los dos personajes principales, ingrediente que estaba presente en la obra teatral original y que en la película de 1972 quedaba menos evidente. Harold Pinter ha reparado en este detalle además de concebir un guión con una gran carga irónica que lo distinguiera de la anterior película. Era una condición fundamental para encarar el nuevo film y para que Michael Caine, en un principio no muy partidario de hacer un remake de la película en la que ya participó y por la que estuvo nominado al Oscar, se decidiera por interpretar el papel que encarnó Laurence Olivier.
Todo esto ya quedó patente en el pasado Festival de Venecia donde concursó esta película. La película tuvo en el guión de Pinter una de sus mayores alabanzas, además de participar en la competición en busca del Queer Lion, nuevo galardón que instauró Venecia para premiar a las películas con contenido homosexual.

La pasada semana fue la premiere en Londres y allí también se habló de la nueva versión teatral de Hamlet que va a hacer Jude Law bajo las ordenes de Kenneth Branagh, pero de momento habrá que ver esta nueva versión de "La huella" y comprobar a que altura llega el remake.

Tu primo.
Coronado