Cannes 2015: Japón a la baja con las reiterativas nuevas cintas de Naomi Kawase y Kirokazu Kore-eda

Querido Teo:

La segunda jornada de Cannes ha tenido un marcado sabor oriental para el que escribe y la verdad es que con ligera decepción a pesar de contar con dos nombres de referencia como Hirokazu Kore-eda y Naomi Kawase. Los dos japoneses son viejos conocidos del certamen y han presentado sus películas en distintas secciones, Kore-eda en competición y Kawase en Una cierta mirada.

“Umimachi diary (Our little sister)” es la nueva apuesta de Kore-eda con la que vuelve a tocar su tema preferido, el de las relaciones familiares bien de manera sanguínea o bien por un vínculo emocional creado. El problema es que esta vez la fórmula, aunque su punto sensible cargado de gran humanismo y profundidad siempre es un valor añadido, se presenta algo agotada y lejos de sus mejores trabajos. En esta ocasión tres hermanas que en el funeral de un padre ausente de sus vidas descubren que tienen una hermana menor de 13 años. Deciden vivir juntas e iniciarán un viaje de autodescubrimiento, complicidad y búsqueda de las respuestas a las preguntas que han marcado la vida de todas ellas. Como decimos, un trabajo solvente y eficaz pero que no tiene la brillantez de otros títulos, entre otros apsectos por la reiteración de algunos momentos y por presentar un plantel de actrices que, si bien destacan por su belleza y carisma, se les queda corta una historia que, si bien es subterránea emocionalmente, no termina de explotar. Ya es su cuarto intento por conseguir la Palma de Oro (“Distance” en 2001, “Nadie sabe” en 2004 y “De tal padre, tal hijo” en 2013) rascando sólo por ésta premio en el palmarés con el reconocimiento del Jurado.

En Una cierta mirada ha sido el turno de “An” de Naomi Kawase, que se quedó el año pasado sin mención en el palmarés por “Aguas tranquilas” a pesar de ser una de las cintas favoritas. Ahora la directora presenta una historia mucho más accesible en apariencia que, por otro lado, explota un tema bastante sobado en el cine y que tira de la lágrima fácil como es la historia de una hacendosa anciana que pasa a formar parte como ayudante de un modesto local alimenticio regentado por un chef en crisis personal y profesional y su hija, revelándose como una experta en judías y tortitas rellenas. Una mezcla entre “Paseando a Miss Daisy” y “Philomena” que se hace larga y reiterativa, la media hora final se hace realmente innecesaria y estirada, ya que la historia es demasiado simple y plana para sacarle más partido más allá de subrayar que el paso de esa anciana, enérgica e ingenua, es lo mejor que le ha podido pasar en la vida a una serie de personas que se cruzan con ella. Corta en emoción a pesar de que las intenciones de la directora son las de conmover y ofrecer una cinta que llegue a más público que su acostumbrado cine especialmente filosófico y sensorial. Eso sí, guste más o menos la actriz Kirin Kiki está soberbia.

Hoy ha sido el día de la excitación por uno de esos blockbusters destinados a marcar el año. “Mad Max: Furia en la carretera” ha empalmado los ánimos de todos y confirmado todas las expectativas que hablaban del regreso triunfal del personaje con nuevo rostro (el de Tom Hardy) pero con el viejo zorro George Miller nuevamente a los mandos. Eso sí, todos los parabienes de la cinta se los merece una Charlize Theron con un personaje a la altura del de la teniente Ripley (y es que llamarse Emperadora Furiosa no es moco de pavo) y que ha lucido palmito junto a su pareja Sean Penn, el actor que seguramente mejores mujeres ha visto pasar por su lecho sólo por detrás de Warren Beatty. Una cinta potente, visceral y apabullante que se ha convertido en una de las experiencias de esta edición, a pesar de ser una película que ha quedado encuadrada fuera de competición ante su carácter marcadamente comercial. El Gran Teatro Lumière ha vivido uno de los highlights de esta edición.

Jake Gyllenhaal sigue siendo el protagonista más comentado del Jurado. Primero porque su compañero en el mismo Xavier Dolan afirmó en su momento que le hacía mucha ilusión compartir experiencia ya que alguna vez se había masturbado pensado en él, sino también en que Harvey Weinstein (que está a ver que pesca mientras amasa millones en su yate) ha asegurado que “Southpaw”, película a la que hay muchas ganas y que tiene a Gyllenhaal como boxeador inmerso en un drama familiar, había sido seleccionada pero prefirieron que no optara más que nada por el hecho de tener a Gyllenhaal como miembro del órgano decisor. Una tontería como un piano en verdad.

Y Lupita Nyong´o intentando a base de imposibles modelos recuperar (a la espera de quedar convertida en una capture motion en la próxima de "Star Wars") la efímera notoriedad perdida. El carrusel de lo que es Cannes que no deja de ser una ciudad en la que lo glamuroso y lo petardo (no deja de ser un pueblo parecido a los de la costa levantina que en su día entraron en auge ante el pelotazo urbanístico) pero que nos tiene a todos pendientes estos días y disfrutando de la vivencia.

Nacho Gonzalo