Cine en serie: “Unbreakable Kimmy Schmidt”, lo nuevo de Tina Fey

Querido Teo:

Entre los fines de semana que a uno se le van de las manos y la enorme cantidad de estrenos que tenemos cada temporada a veces me cuesta comentarte acerca de todas las series que veo en el momento en que se emiten. “Unbreakable Kimmy Schmidt” es una de ellas, una comedia que ya ha finalizado su primera temporada y que si te ha pasado desapercibida deberías echarle un vistazo.

Antes de empezar a hablar de ella, debes saber que ya se ha confirmado su renovación para una segunda temporada, así que puedes tener la tranquilidad de saber que si empiezas a verla ahora al menos no te dejará colgado. Son las cosas de estos tiempos modernos en general y de Netflix en particular, que anunció al mismo tiempo su fecha de estreno y su renovación. Y debo decir, después de ver esta primera temporada, que me alegro de que vayamos a tener una segunda.

Pero, ¿de qué trata esta serie? Conoceremos a su protagonista, Kimmy, justo en el momento en el que unos agentes la rescatan del búnker en el que estaba secuestrada. Y es que hace ya quince años la pobre fue abducida por uno de esos cultos apocalípticos que dicen conocer la fecha del fin del mundo y se encierran en lugares remotos para “capear el temporal”. Completamente aislada del mundo exterior, y sólo con la compañía de otras tres mujeres también secuestradas, ha vivido todo este tiempo pensando que el mundo había terminado y que los únicos supervivientes eran los que habitaban en su búnker subterráneo. Afortunadamente alguien ha dado con su paradero y, a partir de ahora, podrá disfrutar de su libertad en el mundo exterior.

Esto, que para otro guionista hubiese sido la semilla perfecta para un dramón acerca del aislamiento  y una crítica hacia los fundamentalismos religiosos, se convierte en este caso en una comedia algo surrealista mientras vemos a Kimmy adaptarse a un mundo que ha cambiado mucho desde que tenía catorce años. El estado le ofrece una generosa suma de dinero para rehacer su vida, oportunidad que sus compañeras aprovechan para volver a su pueblo natal y empezar de nuevo. Pero ella quiere ver mundo, y se decide por Nueva York. Allí no tardará en darse cuenta de que no hay que fiarse de todo el mundo, y tampoco le durará mucho su dinero, por lo que tendrá que buscarse un trabajo y mudarse a un barrio “con poco glamour” con un compañero de piso y una casera muy peculiares.

Y aquí es donde empieza lo bueno. Kimmy no quiere que la gente la reconozca por su pasado, ahora que la televisión ha aprovechado el tirón de su historia para llenar horas y horas de programación, y eso le va a resultar complicado. El hecho de haber vivido bajo tierra durante los últimos quince años hace que sus habilidades sociales y su desconocimiento acerca de muchas cosas de eso que llamamos “culturilla popular” hace que llame mucho la atención, despertando la curiosidad de su compañero de piso y en su trabajo. Porque esa es otra, ya que Kimmy acaba de asistente personal de  la esposa de un millonario, un ambiente que le resulta completamente ajeno pero en el que de una manera u otra consigue navegar.

Hasta ahora el escenario es interesante, pero lo que más vale la pena en “Unbreakable” son sus personajes. Kimmy (interpretada por Ellie Kemper, aquella secretaria excéntrica de “The office”) es una optimista incorregible, incapaz de dejarse llevar por la tragedia de haber sido secuestrada y engañada durante tantos años, y dispuesta a conocer mundo y gente nueva. Inocente e inmadura, habría sido fácil caer en uno de esos personajes anodinos que son tontos pero con buen fondo (¿alguien se acuerda del personaje de Amy Poehler en la primera temporada de “Parks and recreation”?) pero acaba siendo un personaje entrañable con el que podemos empatizar. Su compañero de piso, que se hace llamar Titus Andromedon (Tituss Burgess, “Rockefeller Plaza”), es un eterno aspirante a actor de Broadway, gay, negro, con sobrepeso y rondando la treintena, una combinación que le tiene relegado a papeles cutres en restaurantes con espectáculo.

Su jefa, Jacqueline (Jane Krakowski, también de “Rockefeller Plaza”) es la típica mujer florero, dedicada a sus labores, que consisten en clases de spinning, sesiones de rayos uva y una extraña fijación por el aspecto de sus pies, ya que según ella “los pies son el nuevo culo”. De ella iremos descubriendo su pasado antes de casarse con su marido, que está muy lejos de la casa en el Upper East Side en la que ahora vive.

Se deja notar la mano de Tina Fey como productora ejecutiva (e incluso aparece en un par de episodios), de ahí el que haya recurrido a otros actores de “Rockefeller Plaza” para esta serie. Atentos también al cameo de John Hamm, que sigue aprovechando todas las oportunidades que le dan para descansar un poco de su papel en “Mad Men”. La serie tiene un estilo de humor en ocasiones absurdo, pero que funciona bastante bien, y una trama que poco a poco hace avanzar a sus protagonistas. En concreto, llegará un momento en el que Kimmy tendrá que hacer frente a su pasado y verse las caras de nuevo con sus compañeras de búnker y su secuestrador.

“Unbreakable” aprovecha la ignorancia de Kimmy acerca de la cultura popular actual para reírse de algunas de esas modas que vienen y van, como los gurús del fitness (me dan escalofríos sólo de escribirlo) y las modas de la cirugía estética. También aprovechan para reírse un poco de Broadway haciendo un chiste acerca del estrepitoso fracaso del musical de Spider-Man. Por cierto, nada de reírse del “mando a distancia” que emplea Titus, que yo he visto cosas parecidas en pisos de estudiantes.

Si eres fan de “Rockefeller Plaza”, o la comedia en general, o quieres alguna serie un poco ligera para limpiar el paladar después de “Juego de tronos”, dale una oportunidad a “Unbreakable Kimmy Schmidt” y su optimismo contagioso. La crítica ya le ha dado su voto favorable, Netflix su voto de confianza, y yo tengo claro que estaré esperando su segunda temporada.

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Atentamente.
Profesor Falken