"La dama de oro"
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El argumento: Se basa en una historia real. Maria Altmann, una mujer judía que huyó de Viena durante la II Guerra Mundial (1939-1945), sesenta años después regresa para reclamar las propiedades que los nazis confiscaron a su familia, entre ellas la célebre obra de Gustav Klimt “Retrato de Adele Bloch-Bauer I”. El joven abogado Randy Schoenberg la ayudará en esta lucha ante el gobierno austriaco y la Corte Suprema de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, Maria deberá enfrentarse a las terribles verdades de su pasado.
Conviene ver: "La dama de oro" es una película rutinaria y blanca sobre el autodescubrimiento personal e histórico a través de la búsqueda y recuperación de un cuadro por parte de una mujer judía que escapó de los nazis en la II Guerra Mundial y que vio como algunas obras de arte que atesoraban sus padres caían en manos de los nazis, especialmente un cuadro de Klimt que retrataba a su tía. Una película sencilla, almibarada y plana con el marchamo Weinstein y con la fórmula que tan bien explotó “Philomena” o “The monuments men” y que aquí se presenta como una pálida sombra de aquella con una mujer veterana y determinada, una persona más joven que le ayuda en su aventura, el abogado al que encarna Ryan Reynolds, tímidos golpes de humor y ternura. Lo mejor es siempre la solvencia de Helen Mirren, logrando que las escenas del presente sean mucho más interesantes que las telefilmeras de sus evocaciones, y que se dé a conocer la lucha real que llevó esta mujer a finales de los 90, así como la evolución de los personajes que pasan de la resignación a la búsqueda de la justicia. Aun así, la película es buena opción para ver con tu madre o tu suegra pero se le ven todas las costuras con un guión plano y facilón que hace que la película se sobrelleve sin apasionamientos.
Conviene saber: Segundo largometraje de Simon Curtis tras “Mi semana con Marilyn” (2011).
La crítica le da un CINCO