Espresso: "La casa del lago", o el reencuentro por carta de Keanu Reeves y Sandra Bullock

Querido primo Teo:

El próximo viernes llega a los cines "La casa del lago" , una cinta que puede ser una de las tapadas a la hora de ser una de las películas más exitosas de este verano. Esta no apuesta por la acción, la ciencia ficción, o el heroísmo, sino que se basa en una historia de amor al estilo "Algo para recordar", "Ghost" y "Ojalá fuera cierto". Una película para los amantes de estas historias y aficionados a sacar el clinex cuando una película les emociona.

Funcione como funcione, un hecho objetivo es que esta película supone el reencuentro 12 años después de Keanu Reeves y Sandra Bullock después de "Speed". Los dos han sido siempre muy amigos porque han tenido vidas paralelas, entre otras cosas nacieron con pocos días de diferencia. Debido a su afinidad estaban deseando volver a trabajar juntos en una época muy importante para la carrera de ambos, ya que mientras Keanu se ha decantado por el cine independiente después de su paso por "Matrix", la Bullock se ha revelado como una solvente actriz dramática tras su participación en películas "Crash" y las que tiene en cartera.

La película la dirige el argentino Alejandro Agresti, que debuta en Hollywood después de dejar buen sabor de boca con películas como "El viento se llevó lo que" y "El sueño de Valentín". Con esta película ha realizado un remake de la película surcoreana "Il mare" del año 2000.
Sandra Bullock interpreta a una doctora que tiene que dejar su casa pegada al lago debido a un nuevo trabajo en Chicago. Antes de irse, deja en el buzón una nota en el que deja una serie de instrucciones al nuevo inquilino. Después, vemos como Keanu llega a la casa pero debido a un hecho empiezan a mantener una correspondencia en la que descubren que uno vive en el año 2004 mientras ella lo hace en el 2006.

A la pareja protagonista se les ha preguntado sobre que opinan del contacto por carta en las diferentes ruedas promocionales, confesando Keanu que no tiene interés en la revolución tecnológica que tienen a los emails como principales protagonistas. Sandra también opina que escribir cartas es un arte que no puede sustituirse ni por correos electrónicos ni por llamadas telefónicas.

De tus primos Aly y Coronado