Sesión de cine-cebolla: “La decisión de Sophie”
Querido primo Teo:
Siempre es un placer recibir en estas líneas a una de las grandes musas del "cine-cebolla". Después de "Los puentes de Madison" y "Kramer contra Kramer", Meryl Streep vuelve a protagonizar nuestra sección con otro de los puntos álgidos de su carrera: "La decisión de Sophie" (1982). Aunque la película dirigida por Alan J. Pakula tiene varios elementos a destacar (la fotografía del español Néstor Almendros o la música de Marvin Hamlisch), el principal motivo por el que "La decisión de Sophie" ha pasado a la Historia es el impresionante trabajo de la actriz más laureada de todos los tiempos. Por este papel, Streep barrió en la temporada de premios. Su interpretación era tan incontestable que la Academia no tuvo otra alternativa que premiarle con el Oscar a la mejor actriz, a pesar de que sólo hacía tres años que había ganado su primera estatuilla (para su tercer premio tuvo que esperar mucho más). Streep estaba bien flanqueada por Peter MacNicol, un actor eminentemente televisivo ("Ally McBeal", "Numbers"), y por Kevin Kline, que debutaba en el cine con este papel.
"La decisión de Sophie" es la historia de un triángulo amoroso. Stingo (MacNicol), un joven escritor recién llegado a Nueva York, conoce a una pareja de amantes en la pensión en la que se aloja. Se trata de Sofía (la emigrante polaca a la que da vida Streep) y Nathan (el excéntrico científico interpretado por Kline). Stingo no tarda en perder la cabeza por esa enigmática chica polaca, pero Sofía sigue enamorada de Nathan, a pesar de su tormentosa relación. La joven siempre ha intentando ocultar su terrible pasado pero, cuando Stingo descubre sus mentiras, Sofía se ve obligada a contar su historia; cómo fue detenida por la Gestapo y enviada a Auschwitz junto a sus dos hijos, y cómo la separaron de ellos; mientras que su hijo fue enviado a un campo de concentración para niños, su hija fue asesinada. Pero Sofía todavía no ha contado la historia completa.
Será más adelante, cuando Stingo le pida que se case con él y que sea la madre de sus hijos, que Sofía decida contarle qué fue lo que ocurrió realmente y qué es lo que le impide aceptar la propuesta del escritor. A su llegada al campo de concentración, un oficial nazi le obligó a tomar la decisión más terrorífica imaginable. En la que es probablemente una de las escenas más desagarradoras de la Historia del cine, Sofía se ve obligada a decidir cuál de sus dos hijos será asesinado. El rostro de Meryl Streep mientras ve a su hija alejarse es la viva imagen de la desesperación. Esta escena, que ya tiene más de 30 años, es uno de esos momentos que nos recuerdan por qué Streep es considerada una de las más grandes.
Tu primo.
Janaji