BSO de "Exodus: Dioses y reyes"
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Querido Teo:
Ridley Scott ha contado para su última superproducción con el español Alberto Iglesias, cada vez más afianzado en el universo hollywoodiense y que afronta un registro nuevo donde la épica y los códigos del blockbuster conviven con un estilo innegociable y una capacidad creadora ciertamente abrumadora, que convierten la banda sonora de "Exodus: Dioses y reyes" en uno de los puntos fuertes de la película.
Una película de este target y con esta temática exige una serie de características irrenunciables que el compositor vasco no esquiva, pero que sí adapta para sus propósitos. En primer lugar unas pinceladas de música localista, con utilización de escalas e instrumentos autóctonos de la zona que nos sirven para situarnos geográficamente, pero también para que el autor pueda experimentar con nuevos sonidos de una manera muy notable.
En segundo lugar la épica; las cajas redoblantes, las cuerdas poderosas, los coros y, sobre todo, unas fanfarrias que en algunos momentos nos pueden llegar a remitir a los clásicos (Miklós Rózsa, Alex North, Elmer Bernstein) construyen un fascinante universo sonoro donde el despliegue creativo de Iglesias parece inagotable. Innumerables materiales temáticos y recursos instrumentales se mezclan en la película, haciendo de cada bloque una pieza casi individual. Y aunque existen motivos recurrentes a lo largo de la banda sonora, lo cierto es que estamos ante una partitura extremadamente generosa en cuanto a variedad musical, lo que hace de su escucha aislada una auténtica gozada.
Pero decíamos que Alberto Iglesias, a pesar de hacer aquí su primera gran incursión en el género abiertamente épico y rompetaquillas, no renuncia a una serie de recursos estilísticos que lo hacen inconfundible. Siguen presentes sus continuos juegos con el acento, cambiándolos de posición para dar la sensación de irregularidades, muy útiles en los momentos de batalla. Porque las escenas de mayor potencia sonora se benefician de un trabajo cuidado, incluso cuando el propio autor sabe que quedará diluido entre la masa sonora, y eso siempre es un punto muy a favor de este tipo de películas. Y ahí está el ejemplo de Hittite Battle (track 3), toda una lección de cómo componer para estas secuencias.
Pero claro, Iglesias se distingue por su particular concepción de la conjunción de música e imagen, algo más limitada en “Exodus” por las necesidades del género (que exige una mayor subordinación de la partitura y da poco margen a la experimentación). Sin embargo, existen pinceladas a lo largo de la película, donde encontramos también reminiscencias de su gusto por la utilización de instrumentos solistas de cuerda (que quizás alcanzó su máximo esplendor con aquella maravillosa música para “La piel que habito” de Almodóvar) y que aquí aparecen también para crear momentos mágicos, como el cruce del río Jordán (Into the water, track 27) nos aportan ambientes muy emocionantes y casi místicos que también son necesarios para la historia. Lo mismo que ocurre con el bloque que cierra el disco, The ten commandments, que se revela como una conjunción de todo lo expuesto; la épica, lo mágico, el retorno al sonido clásico de este tipo de producciones en la década de los 50 y 60.
Podríamos escribir un post larguísimo enumerando todas las virtudes de esta partitura, pero sólo diremos que es una de las grandes alegrías del año, y además con firma española. Un imprescindible de este 2014 que ya se va acabando.
Datos técnicos
Exodus: Gods and kings
Alberto Iglesias
Sony Classical
Número de tracks: 32
Oigamos algunos fragmentos de la banda sonora.
Opening + War Room (Track 1)
Hittite Battle (Track 3)
Nun’s story (Track 6)
Exodus (Track 16)
Moses’s camp (Track 19)
Into the water (Track 27)
The ten commandments (Track 32)
Alejandro G. Villalibre
