50 películas que hay que ver antes de morir: "Tarzán de los monos" (1932), erotismo en liana

Querido diario:

“El señor Breen va al servicio todas las mañanas. No niega que lo haga ni que exista un lugar como el cuarto de baño, pero le parece que ni lo que hace ni el cuarto de baño son temas adecuados en los que recrearse en la pantalla”. (Comentario conocido sobre John Breen, garante del consejo de la censura de la Oficina Hays)

Con esta imagen, que también utilizaba el jefazo de la Metro, Mayer, se subrayaba que el cine no era para reflejar la realidad. Ambos hombres pensaban lo mismo, y sin embargo protagonizaron el primer enfrentamiento entre censura y un gran Estudio. La primera vez que el consejo de censura de la Oficina Hays mostró los colmillos, la presa fue la película que esperaban desde hacía dos años en medio mundo: “Tarzán y su compañera”. El taparrabos de Jane y potencia viril de Tarzán habían fulminado a los espectadores en “Tarzán de los monos”.

La segunda entrega de las seis que hicieron los más recordados Tarzán y Jane, incluía una secuencia, que ha sobrevivido en las copias que nos quedan en la actualidad, con un baño donde una doble de Maureen O’Sullivan aparece completamente desnuda. La MGM sabía que, con o sin esa secuencia, los espectadores llenarían los cines.

La novela sobre el niño aristócrata perdido en África, de Edgard Rice Burroughs, es un éxito popular apenas publicarse a finales del siglo XIX. Historias sucesivas del personaje en libros, programas de radio y cómics, le fueron convirtiendo en el sueño más erótico de cualquier recaudador de derechos. El primer actor que dio vida al personaje fue Elmo Lincoln, bautizado artísticamente por D. W. Griffith, después de haber participado en sus dos obras maestras: “El nacimiento de una nación” e “Intolerancia”. Esta primera versión de Tarzán en 1918, se convirtió en una de las primeras películas que, históricamente, recaudaba más de un millón de dólares.

Tarzán era apuesta poco arriesgada cuando la MGM se decidió. Tendría la novedad de ser el primer hombre mono con las cualidades al completo del cine sonoro, pero no esperaban una acogida como la que tuvo desde el primer momento. ¿Dónde estuvo el secreto del impresionante resultado que tuvo una película que ya había sido llevada a la pantalla en ocho ocasiones anteriores?. La respuesta es unánime, el verdadero mérito reside en el encanto visual y los decorados: los escarpados riscos, peñascos dentados y abismos tortuosos que tiene que sortear la expedición, traspasan la pantalla con peligro inminente y exotismo remoto. Tarzán en realidad no aparece por primera vez hasta el minuto 25, y en ese momento se añade el factor esencial. Dejando a un lado los aspectos técnicos y artísticos, la sociología no tardó en reconocer que, aparte de las trepidantes escenas de acción y la novedad de las localizaciones, el verdadero encanto está en la intensidad erótica que desprende el encuentro entre Tarzán y Jane Parker. Jamás ninguna otra, entre las muchas películas que recrearon el personaje de Burroughs, ha podido igualar el erotismo de “Tarzán de los monos”.

En 1969, con unas pérdidas netas de más de 35 millones de dólares, la Metro no pudo continuar. La solución: la venta de todos los activos. Decenas de fragmentos de la cultura visual de medio siglo y todo el planeta desaparecieron. 21 kilómetros de carretera unían las diversas zonas del gran Estudio. Las número 3, 4 y 5 eran para exteriores: el zoo que suministraba los animales, incluido el león que anunciaba todas y cada una de las películas de la Metro-Goldwyn- Mayer, y la selva y los ríos que servían de telón de fondo a Tarzán se “urbanizaron” para transformarse en un centro comercial.

En 1970, se vendió a un subastador todo el inventario de trajes y atrezo, por algo menos de millón y medio de dólares, y este obtuvo poco tiempo después entre 8 y 10 millones al venderlo en 18 días de subastas consecutivas. Maureen abandonó el proyecto ya muy cansada, pero el nadador Weissmuller no lo hizo a tiempo y, como le ocurrió a Bela Lugosi, el personaje se apoderó de su vida hasta enloquecerlo. Chita parece que ha sido la/el más feliz de este trío. Da que pensar.

Esta noche puedes verla a las 22:00 en TCM (dial 46 de Digital +). Es un requisito para antes de poder morir…