Rocco y sus estrellas: La honestidad hecha Ben Affleck
Querido Teo:
En Hollywood lo primero que cambia es el nombre. Ejemplos históricos: Archibald Leach por Cary Grant o Margarita Cansino por Rita Hayworth. Más recientes: Miley Cyrus en lugar de Destiny Hope o Meryl por Mary Louise en el caso de la Streep. Porqué iba a ser el mío diferente cuando no hay un angloparlante que sepa pronunciarlo. Desde hace 15 años algo tan simple como Rocío es un camino tortuoso que suele acabar en Rocco. Así que Rocco será. Porque la manía de Tom Cruise de convertir mi nombre y apellido en Rafaela Russo es difícil de entender y esos que me han llamado Margarita deberían plantearse dónde tienen el oído.
Pero una qué va a decir si la presentan con el nombre equivocado delante del “talento”, como llaman en Hollywood a las estrellas cuando van a ser entrevistadas. Pues nada, encantada y no perdamos tiempo que hay mucho de qué hablar. Claro que Ben Affleck (que se quitó el Géza de en medio) es de los pocos que sabe pronunciar mi nombre, con ganas y diversión, “erres” y “ces” incluidas. El co-guionista y co-protagonista de “El indomable Will Hunting”, la otra mitad de Matt Damon, habla francés y español que para algo uno es hijo de maestra y se ha pasado una infancia dando tumbos por Latinoamérica junto con su hermano Casey. Si pensabas que chapurreaba gracias al calentón que le dio por Jennifer López lo llevas claro con el poco castellano que sabía la borícua a esas alturas.
A su madre también le debe ese aire académico que exuda, de profesor o de político aunque su cara, de normal relajada, es demasiado bonachona para lo segundo. Un hombre que no sabe mentir y eso es un pecado en Hollywood. Además es tímido, como demuestra que le guste ocultar su altura (1,89 metros) con las manos en los bolsillos, como si eso le hiciera más pequeño. Sin embargo cuando se pone hablar, habla para toda la habitación, con sus manos y con su cabeza bien alta. Como un profesor que se siente seguro de la materia. Menos cuando entras en aguas pantanosas como su matrimonio con Jennifer Garner aunque contra pronóstico va bien y con un tanteo de dos a cero para el equipo de las niñas. Pero después de cargarse su carrera con malas elecciones cinematográficas y convertirse en carne de paparazzi durante su etapa Bennifer sólo es lógico que se ande con cuidado al hablar de su vida personal. Es el momento en el que su cuerpo empieza a balancearse como si estuviera en una mecedora mientras escucha la pregunta y su habla, de habitual rápida y con una dicción perfecta, se vuelve más pausada pensando cada palabra. Además evita la mirada, con la vista fija en la mesa que tiene delante y donde sus manos dibujan un cuadrado invisible. ¿Señal de hogar?
Hoy hemos quedado para hablar un poco de todo pero sobre todo de "La sombra del poder". Y de sus rumores de una carrera política en ciernes. Desmiente los rumores pero sonríe bajo esa barba sin afeitar que le confiere un cierto aire de Homer Simpson (los dos tienen la cabeza alargada y algo de prognatismo). Se la está dejando crecer para hacer de parado en “The Company Men”, otro filme tan coyuntural como el que acaba de protagonizar. Y con un poco de suerte igual de sólido, lejos de esos desastres llamados “Pearl Harbor”, “Daredevil”y, sobre todo, “Gigli”. Affleck está de rebound, y lleva así una buena temporada. De ahí la cautela.
El sigilo aumenta cuando habla de Russell Crowe buscando entre los silencios palabras como “minimalista”, “fuerte” y alguien que “definitivamente tiene una vida” para describir a ese toro bravío que es el australiano que se apuntó a “La sombra del poder”en el último momento cuando Brad Pitt dio la espantada a una semana del rodaje. La misma timidez que expresa al hablar de Obama pero en este caso no porque tenga dudas de su presidente sino más bien para ocultar el gozo que le produce el que define como “un líder extraordinario”. Definitivamente Ben no sabe mentir. Y eso, lastimeramente, no es la mejor cualidad de un actor.
Rocío Ayuso (Los Ángeles)
Ben es seguido por uno de nuestros observadores. Si quieres saber por donde anda basta con pinchar la estrella.