"Ojalá estuviera aquí"
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El argumento: Aidan Bloom, un joven padre de familia, se encuentra al borde de una crisis existencial provocada por la desaprobación de su padre y por las responsabilidades de la edad adulta. Cuando su situación financiera empeora, toma la decisión de hacer algunos cambios para mejorar su vida.
Conviene ver: Zach Braff ha crecido como persona y como director y eso se nota en "Ojalá estuviera aquí", aunque eso no quita para que la cinta esté recargada en filosofía treintañera que a estas alturas ya irrita un poco, así como una fotografía y una música reconociblemente indie. Una cinta sobre las segundas oportunidades y sobre las relaciones paternofiliales que peca de ser nada sutil y que potencia una reflexión de manera forzada. Zach Braff hace madurar (o no) a esa especie de alter-ego de su anterior película (aunque no sea el mismo personaje) en un reparto en el que Kate Hudson y Mandy Patinkin hacen lo que pueden con unos personajes a tiralíneas. El paso adelante en el que te liberas del halo de protección paterno para ser tú el que se encargue de ello con tus hijos intenta ser contado con naturalidad e inteligencia con Braff pero el resultado deja un regusto amargo y de ligera decepción.
Conviene saber: Segundo trabajo como director de Zach Braff tras “Algo en común” (2004).
La crítica le da un CINCO
