Jonathan Rhys Meyers, erotismo ambiguo
Jonathan Rhys Meyers, erotismo ambiguo
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Querido diario:
Sólo unos pocos se habían fijado en Jonathan antes de hacer "Match Point". A partir de ese momento comenzó el interés y se habló de su infancia a lo Oliver Twist de la Inglaterra de los setenta. El punto del estrellato, todavía menor, se lo dio Woody Allen al rodar dos de sus secuencias más eróticas. Se respira atracción sexual pero no hay ni una sola escena de sexo explícito. La intensidad sexual procede de situaciones tan excitantes como ver a Jonathan untando la espalda de la Johansson de aceite y la escena en la que se abalanza sobre ella bajo la lluvia. El espectador capta la idea, lo cual tiene más gracia.
El recorrido de Jonathan es más largo de lo que parece, incluyendo un papel en España tan marciano que sólo unas pocas personas lo recordarán. En este mp3 se recuerda, además de contar otras cosas.
