"El hijo del otro"
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El argumento: Cuando se prepara para entrar en el ejército israelí, Joseph descubre que no es hijo biológico de sus padres. Al nacer, en medio de la guerra, fue intercambiado accidentalmente por Yacine, el bebé de una familia palestina que vive en los territorios ocupados de Cisjordania. El mundo se derrumba alrededor de estas dos familias. El rechazo, la duda, la pérdida de identidad, los prejuicios de raza y religión se erigen como espinosa barrera en sus vidas, y todos deberán intentar superarla a través de la comprensión, la amistad y la reconciliación en una atmósfera dominada por el miedo y el odio.
Conviene ver: El cine, en su continua reinterpretación de todo tipo de tópicos, vuelve a centrarse, en este caso, en el drama de dos familias que descubren que les intercambiaron a sus hijos al nacer, algo que este año contaba la sentimental "De tal padre, tal hijo". En esta ocasión, es un drama dentro otro, puesto que al familiar se le unen los conflictos raciales y religiosos del conflicto palestino-israelí. La película también es un ejemplo de cómo el silenciar este tipo de problemas acaba generando una crisis mayor y de lo necesario que es ponerse en la piel del otro. Sin embargo, al mostrarnos el drama de estas familias, la cinta la sitúa dentro de una situación tan tensa, que somos capaces de empatizar con las familias y sus reacciones. La película recorre con cotidianidad y delicadeza pero también sin rodeos innecesarios un conflicto que de cada vez es más difícil de entender con padres cerriles, madres comprensivas e hijos que quieren entender y comprender. Aceptación frente a fanatismo. De esta manera logra un equilibrio que emociona pero no satura al espectador. Una propuesta correcta pero que termina quedando impostada y demasiado formal sin apenas dar cabida a la emoción.
Conviene saber: Tercer largometraje de Lorraine Lévy.
La crítica le da un SEIS
