Conexión Oscar 2014: Las categorías técnicas (II)
Querido Teo:
Tras repasar las categorías de sonido y efectos visuales vamos allá con el repaso y nuestras apuestas al grueso de los apartados técnicos y artísticos. Categorías siempre interesantes en los que habrá que ver hasta qué punto las grandes favoritas logran ir incrementando su botín, o dejan que otras opciones algo más rezagadas en esta carrera puedan tener su momento de gloria amarrando algún premio.
Fotografía
Los candidatos
Emmanuel Lubezki (Gravity)
El mexicano consigue con “Gravity” su sexta nominación al Oscar tras las conseguidas por “La princesita” en 1996, “Sleepy Hollow” en 2000, “El nuevo mundo” en 2006, “Hijos de los hombres” en 2007 y “El árbol de la vida” en 2012. Su expediente académico en los Oscar es un fiel reflejo de su carrera, habiéndose convertido en el hombre de confianza en este campo de Alfonso Cuarón y Terrence Malick. Y es que Lubezki partía como favorito los años de “Hijos de los hombres” y “El árbol de la vida”, pero “El laberinto del fauno” y “La invención de Hugo”, respectivamente, terminaron con sus posibilidades, a pesar de que si es alguien respetado, querido y premiado en el Gremio de Directores de Fotografía donde ha sido premiado de manera consecutiva por “Hijos de los hombres”, “El árbol de la vida” y “Gravity”. Este parece ser por fin su año estando a lomos, además, de una de las favoritas de la noche y volviendo a formar equipo con su compatriota para este alabado festín visual en el espacio que hace que, después de verla, la experiencia de ir al cine no vuelva a ser la misma. Un paseo más real que nunca por el entorno espacial que ofrece una sensación apabullante que va desde el cuidado en los detalles, la tensión ante el peligro y la inmensidad silenciosa del entorno, hasta incluso el intimismo simbólico con el que también demuestra su grandeza. La fotografía logra crear un conjunto realmente fascinante gracias a la ayuda también de efectos visuales y música. Este premio últimamente está algo cuestionado por el hecho de no saber muy bien donde delimitar lo que es la técnica de los efectos visuales con lo que supone el trabajo más artístico y creativo del director de fotografía. ¿No es una película como “Gravity” más de efectos visuales que de fotografía tecnificada al máximo con el 3D? La Academia no ha dudado en decantarse por este tipo de trabajos en los últimos años y “Gravity” será la digna sucesora de las anteriores ganadoras en este apartado, “Avatar”, “Origen”, “La invención de Hugo” y “La vida de Pi”. No es casual que este ciclo comenzara con Cameron y ahora llegue a su cenit con el monumental trabajo de Cuarón y Lubezki.
Philippe Le Sourd (The grandmaster)
Philippe Le Sourd consigue su primera nominación al Oscar tras una carrera breve y no muy destacada más allá de cintas como “Un buen año” o “Siete almas”. Aunque la película no ha recibido la nominación en la categoría de habla no inglesa, la Academia no ha podido evitar destacar a la película de Wong Kar Wai en dos apartados como fotografía y vestuario. Y es que es una categoría también bastante global que, en anteriores años, ha tenido entre sus candidatas producciones francesas, mexicanas, chinas y austriacas. A pesar de los defectos de la cinta, un biopic algo enrevesado y difícil de seguir, la falta de emoción, y un montaje caótico, es el transcurrir silencioso y sutil de sus imágenes, en ocasiones llegando a momentos de gran altura pictórica y belleza, los que hacen que la película valga la pena moviéndose bien tanto en esas batallas bajo la lluvia como en los momentos de mayor filosofía en el que los colores oscuros acaban estando presentes permanentemente como una sombra siempre emergente.
Bruno Delbonnel (A propósito de Llewyn Davis)
En el momento de encarar el proyecto de “A propósito de Llewyn Davis” los Coen se encontraron con un problema, su habitual director de fotografía Roger Deakins estaba inmerso en “Prisioneros” de Denis Villeneuve, precisamente otra de las nominadas de esta edición. ¿Se vería resentida esta película homenaje a la música folk ante la ruptura obligada (y momentánea) de esta alianza? Pues al final nada más lejos de la realidad ya que es la fotografía uno de los aspectos más destacados y valorados de la película, tanto para los que están a favor de la cinta como los que no, y así ha sido también para la Academia que no ha podido negar su nominación ante la caída en picado de las opciones de una película que parecía destinada a estar entre las cintas nominadas del año. Eso sí, el recambio de los Coen no fue un mindundi sino alguien que ya atesora su cuarta candidatura al Oscar. Delbonnel ha sido nominado por “Amélie” en 2002, “Largo domingo de noviazgo” en 2005 y “Harry Potter y el misterio del príncipe” en 2010. Si en sus dos primeras nominaciones, bajo las órdenes de Jeunet, destacan los tonos luminosos y pastel, con el tiempo se ha ido oscureciendo como demuestra su trabajo en la película de David Yates y también en su colaboración con los Coen en la que impregna de manera pictórica una paleta invernal de color sepia en el que el espectador siente el frío e inhóspito deambular de este cantante que no termina de encontrar su oportunidad en el Nueva York de los años 60. Un gran trabajo que tiene como premio ya el que no se haya notado la ausencia de Deakins, y es que Debonnel ha adaptado su tono como un guante a la atmósfera melancólica de los Coen. La alternativa al Oscar en el caso de que volvieran a ningunear a Lubezki.
Phedon Papamichael (Nebraska)
Primera nominación para este griego que ha llevado a cabo trabajos tan variopintos como los de “Mientras dormías” (1995), “Patch Adams” (1998), “Entre copas” (2004), “En busca de la felicidad” (2006), “El tren de las 3:10” (2007), “Los idus de Marzo” (2011) y “Los descendientes” (2011). Aunque la última película en blanco y negro que ganó el Oscar fue “La lista de Schindler” en 1994, la Academia tiene querencia por nominar a este tipo de propuestas en este apartado como si el presentar una película en blanco y negro ya merecería nominación automática por la valentía de hacerlo de esta manera. “Nebraska” es la undécima película en blanco y negro en conseguir la nominación a la mejor fotografía desde que en 1967 se eliminara el apartado de mejor fotografía en blanco y negro. Las otras películas con esa estética nominadas en esta categoría fueron “A sangre fría” (1968), “La última función” (1972), “Lenny” (1975), “Toro salvaje” (1981), “Zelig” (1984), “La lista de Schindler” (1994), “El hombre que nunca estuvo allí” (2002), “Buenas noches y buena suerte” (2006), “La cinta blanca” (2010) y “The artist” (2012). El trabajo de Papamichael es, sin duda, efectivo y ese tono en blanco y negro le da una tristeza y melancolía a la película muy adecuada y agradecida a la hora de reflejar ese declive de la vida rural USA y esa quijotesca aventura capitaneada por Bruce Dern y Will Forte. No es tan destacable por sí sola respecto a los otros trabajos candidatos pero, sin duda, actúa muy bien como acompañamiento dando ese tono de naturalidad, humanidad, sencillez y encanto que impregna toda la película.
Roger Deakins (Prisioneros)
Podrá haber perdido muchas veces Lubezki, pero nada es comparable al caso del maestro en este campo Roger Deakins que llega con “Prisioneros” a su 11ª nominación. Deakins ha sido candidato por grandes trabajos en “Cadena perpetua” (1995), “Fargo” (1997), “Kundun” (1998), “O brother!” (2001), “El hombre que nunca estuvo allí” (2002), “El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford” (2008), “No es país para viejos” (2008), “The reader” (2009), “Valor de ley” (2011) y “Skyfall” (2013). Deakins se ha hecho un nombre en el cine relativamente tarde (en Mayo cumplirá 65 años y su primera nominación fue hace menos de 20) pero le ha bastado para ser toda una referencia en esta materia y en un gran derrotado en la carrera de los Oscar. Su fructífera relación con los Coen se demuestra repasando su expediente académico y, aunque puede haber trabajos más destacados que otros, no pudo cimentar su condición de favorito el año de su doblete en 2008 (monumental trabajo en la película de Andrew Dominik) ni tampoco en 2011 (“Valor de ley” terminó marchándose de vacío con 10 nominaciones). Al no ser que la Academia haya hecho juramento para subsanar este hecho flagrante, Deakins volverá a tener que aplaudir a otro compañero ya que, aunque su trabajo en “Prisioneros” vuelva a ser magistral, le pesa que esta sea la única candidatura de una película obviada en la carrera de premios de manera injusta. Deakins logra captar esa atmósfera sombría y enfermiza angustiando al espectador, al igual que ese padre de familia católico y que busca venganza y justicia a su manera, mientras se siembra en él (y en nosotros) la duda de la sospecha ante el más mínimo indicio de lo sucedido en esa comunidad rural por la desaparición de dos niñas. Un brillante trabajo de Deakins.
El dictamen
Ganará: Emmanuel Lubezki (Gravity)
Alternativa: Bruno Delbonnel (A propósito de Llewyn Davis)
Quiero que gane: Emmanuel Lubezki (Gravity)
Echo de menos: Sean Bobbitt (12 años de esclavitud)
Montaje
Joe Walker (12 años de esclavitud)
Joe Walker consigue su primera nominación al Oscar tras haber trabajado en las dos anteriores cintas de Steve McQueen. Su trabajo en la película es directo y efectivo, seco y punzante, con algunas escenas en las que se crea la tensión necesaria como en la del ahorcamiento y, especialmente, en aquella secuencia en la que se produce el primer fustigamiento a Solomon Northup y éste comprende cuál es su nueva situación, así como en el emotivo Roll Jordan Roll, o en los latigazos que sufre el personaje de Lupita Nyong´o y en los que se opta por dejar a ella fuera de campo para ir intercalando las miradas y debates morales que confluyen en los rostros de Chiwetel Ejiofor y Michael Fassbender. Un trabajo efectivo, pero no memorable, acompañando a la película sin aspavientos y que tiene su principal tara en no saber demostrar (al igual que el guión) ese paso del tiempo que en ningún momento se percibe. Sólo un amor confeso a la película haría que Walker se alzara con el premio y, como estamos viendo en la carrera, no es que esté ocurriendo eso precisamente.
Jay Cassidy, Alan Baumgarten y Crispin Struthers (La gran estafa americana)
Jay Cassidy estuvo nominado por “Hacia rutas salvajes” en 2008 y por “El lado bueno de las cosas” en 2013 junto a Crispin Struthers. Alan Baumgarten consigue su primera nominación. Esta candidatura, al igual que la del año pasado por “El lado bueno de las cosas”, demuestra que esto no es ninguna broma y que la película de David O. Russell es una opción real de Oscar teniendo en cuenta que desde 1981 todas las películas ganadoras del Oscar consiguieron también la candidatura de montaje. No deja de sorprender que una película como ésta obtenga esta nominación, al no ser que sea por el desconcierto y el despiporre generalizado en una película fresca y dinámica, pero tan intrascendente como la vida sexual de un caracol. ¿Realmente se merece esta película más la candidatura en montaje que el trabajo de Thelma Schoonmaker en “El lobo de Wall Street”? Yo no entender, más cuando se nota en todo el conjunto que la película se ha hecho con prisas y casi como si fuera unas vacaciones para que los actores dieran rienda suelta al potencial más esquizofrénico de sus personajes.
Christopher Rouse (Capitán Phillips)
Tercera nominación al Oscar para Christopher Rouse tras la candidatura por “United 93” en 2007 y el Oscar por “El ultimátum de Bourne” en 2008. Rouse es el responsable de dotar de ese ritmo adrenalítico a las películas de Paul Greengrass y, aunque en esta ocasión la película tenga tanto picos como valles, sí que logra culminar en un potente crescendo que es sólo la continuación lógica del potencial de este tándem tras lo visto en la escena del abordaje pirata. Rouse vuelve a estar bien colocado de cara al Oscar, ya ha ganado el premio del Gremio, siendo la única opción de “Capitán Phillips” para hacerse con una estatuilla y rascar algo si el ciclón de “Gravity” lo permite. Indirectamente también es una manera de premiar al trabajo de Greengrass (ausente en la categoría de dirección) y la Academia ya ha demostrado que no se le caen los anillos por premiar a cintas como “Black Hawk derribado” en 2002, “El ultimátum de Bourne” en 2008 y “Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres” en 2012, reconociendo realmente a la película que les parecía que tenía un mejor montaje, a pesar de que ésta no hubiera tenido suerte en otras candidaturas, por delante de otras apuestas más favoritas.
Martin Pensa y Jean-Marc Vallée (Dallas Buyers Club)
Primera nominación al Oscar para Pensa y Vallée (aunque este bajo el seudónimo de John MacMurphy) confirmando que, en efecto, “Dallas Buyers Club” es una de las películas que más ha gustado este año en el seno de la Academia, sensación que se acrecienta teniendo en cuenta que esta película por sus características (en manos de otros no sería más que un telefilm de sobremesa) tampoco demuestra grandes alardes en este campo. Juega mucho con los reflejos y con los primeros planos de los protagonistas (para reflejar esa devastación física y psíquica) pero es una candidatura bastante cogida por los pelos. Efectiva pero no nominable.
Alfonso Cuarón y Mark Sanger (Gravity)
Alfonso Cuarón ya estuvo nominado como montador en 2007 por “Hijos de los hombres” mientras que Mark Sanger obtiene su primera candidatura. Desde luego que el trabajo de montaje se pierde entre los otros elementos de la cinta como dirección, fotografía y efectos visuales, y sólo un gran experto en esta materia podría abrir el melón y desgajar realmente a quien corresponde el mérito en cada campo. El espectacular trabajo de “Gravity” es premiable en todas estas categorías mencionadas, y además de largo, pero como es muy probable que surja la intención de repartir a los más necesitados (como diría Carmen Sevilla en el Telecupón) es probable que la Academia premie a Cuarón como director y que deje este premio al montaje en manos de alguno de los otros candidatos que hemos repasado. Así lo han pensado el Gremio de Montadores (premiaron a “Capitán Phillips”) y los Bafta (premiaron a “Rush”) siendo uno de los pocos apartados que no han caído de manera indiscutible para la cinta del mexicano.
El dictamen
Ganará: Christopher Rouse (Capitán Phillips)
Alternativa: Alfonso Cuarón y Mark Sanger (Gravity)
Quiero que gane: Alfonso Cuarón y Mark Sanger (Gravity)
Echo de menos: Daniel P. Hanley y Mike Hill (Rush)
Diseño de producción
Los candidatos
Adam Stockhausen y Alice Baker (12 años de esclavitud)
Primera nominación para Adam Stockhausen y Alice Baker. Si el primero ha trabajado en los dos últimos proyectos de Wes Anderson, la segunda tiene en “Killer Joe” su trabajo más meritorio hasta la fecha. Los dos se adentran a mediados del siglo XIX para adentrarnos en esos años en los que la esclavitud seguía bien presente en la sociedad USA, quedando todavía más de un siglo para que este estigma social comenzara realmente a erradicarse. La ambientación de la película es realmente meritoria, desde las profundidades de Lousiana en las que hasta llega al espectador el sudor y los mosquitos que rodean la barba de un vicioso Fassbender, así como las estancias en las que viven recluidos los esclavos o ese granero en el que se pasa revista a lo que ha cosechado cada esclavo en la plantación de algodón. Quizás su problema es que no saca el partido que debiera ni a los interiores ni a los exteriores utilizando, por ejemplo, grandes panorámicas que sirvan de reflejo del ambiente reinante. La película se mueve en primeros planos y en cobertizos y fachadas que, al menos, sí que nos meten de lleno en esa época. Le falta más vistosidad, o un reto como el recrear los edificios presidenciales por los que deambulaba Daniel Day-Lewis en la sorprendente ganadora el año pasado “Lincoln”, para tener más posibilidades.
Judy Becker y Heather Loeffler (La gran estafa americana)
Judi Becker y Heather Loeffler logran su primera nominación al Oscar por retratar ese ambiente setentero y desenfrenado que impregna la película de David O. Russell. Una pena que esta candidatura haya privado a otros trabajos más meritorios de poder entrar. Becker y Loeffler utilizan tonos amarillentos y pálidos que son un escenario que encaja también con la vestimenta de los protagonistas. Un trabajo muy funcional y que si ha conseguido la candidatura es básicamente por estar retratando aquellos años, al contrario que en la más contemporánea “El lado bueno de las cosas”. Y es que el diseño de producción pasa muy desapercibido por el trabajo de los actores y, sobre todo, por el vestuario y el maquillaje y peluquería que es en lo que realmente acaba destacando.
Andy Nicholson, Rosie Goodwin y Joanne Woollard (Gravity)
Primera nominación para Andy Nicholson y Rosie Goodwin, a pesar de tener ya una vasta trayectoria, y segunda candidatura al Oscar para Joanne Woollard tras “Esperanza y gloria” en 1988. El trabajo de este trío es mucho más meritorio de lo que podría parecer ya que no es nada fácil que pase por real el transbordador y la estación espacial en la que Sandra Bullock inicia su épico recorrido hacia la supervivencia. Todo cuidado al detalle tanto desde el punto de vista técnico como desde el de la dramatización de la historia, ya que cada tuerca que acaba desprendida (y acaba danzando en la atmósfera frente a los ojos del espectador) cuenta. Un trabajo más técnico que creativo que bien merecería el Oscar aunque, quizás, le perjudique que los académicos puedan pensar que la película ya es recompensada en este campo en cierta manera con el premio a mejores efectos visuales, más en un año en que hay otros interesantes trabajos.
Catherine Martin y Beverley Dunn (El gran Gatsby)
Si hay que votar a ojo de buen cubero desde luego que el fastuoso diseño de producción de “El gran Gatsby”, lleno de barroquismo, lujo y oropel, es digno merecedor del Oscar. Catherine Martin ganó el Oscar en esta categoría por “Moulin Rouge” en 2002 y fue candidata por “Romeo + Julieta” en 1997. Beverley Dunn se ha arrimado a un buen árbol a la hora de cobijarse y consigue su primera candidatura. La tecnología 3D al servicio de una historia que retrata con auténtica exquisitez (dentro del estilo sobrecargado de Luhrmann) la mansión de Gatsby y esos felices y desenfrenados años 20 en Nueva York.
K.K. Barrett y Gene Serdena (Her)
K.K. Barrett y Gene Serdena son habituales del cine de Spike Jonze y consiguen ahora su primera nominación al Oscar y la verdad es que no puede ser más meritoria y original, ofreciendo un trabajo realmente creativo, interesante y fascinante en un futuro perfectamente creíble para el espectador actual y en el que logra lo que se antoja imposible. Que ese mundo no nos parezca nada extraño y que entremos inmersos en él desde el primer instante sin necesidad de caer en la cuenta de en qué época se ambienta. Desde los edificios, el apartamento del protagonista y los aparatos de su vida diaria que se mueven entre lo kitsch, lo minimalista, lo revival y lo visionario. Un micromundo en una ciudad indeterminada que podría ser cualquier capital medianamente avanzada de la sociedad occidental. Y es que este trabajo ayuda mucho al encanto y la ternura que despierta la película y a la soledad del protagonista a la hora de relacionarse con los demás y establecer esa particular relación con ese aparato con la voz de Scarlett Johansson. Un aplauso para Barrett y Serdena.
El dictamen
Ganará: Catherine Martin y Beverley Dunn (El gran Gatsby)
Alternativa: Andy Nicholson, Rosie Goodwin y Joanne Woollard (Gravity)
Quiero que gane: K.K. Barrett y Gene Serdena (Her)
Echo de menos: Michael Corenbilith y Lauren E. Polizzi (Al encuentro de Mr. Banks)
Vestuario
Los candidatos
Patricia Norris (12 años de esclavitud)
La June Squibb de la categoría. En Marzo cumplirá 83 años toda una veterana en este campo como Patricia Norris. Nunca ha ganado a pesar de sus 6 nominaciones al Oscar por “Días del cielo” en 1979, “El hombre elefante” en 1981, “Víctor o Victoria” en 1983, “2010” en 1985 y “Asesinato en Beverly Hills” en 1988. 26 años después vuelve a la arena de los Oscar con “12 años de esclavitud”, un trabajo en el que pone todo su oficio y que (sin ser especialmente llamativo) es bastante variado y acertado. Primero para la ropa hecha jirones de los esclavos, la distinta clase y personalidad de los terratenientes por los que pasa Northup, así como la vestimenta que llevan el protagonista y su familia cuando es un hombre libre o, como decíamos, como hasta el más mínimo secundario está retratado en carácter y posición por su vestimenta. Además de por poder premiar a un nombre clave en este campo (en la que puede ser su última nominación) este es uno de los premios técnicos que la película de McQueen podría tener más en la mano para intentar hacer un colchón que le impulse a llevarse el de mejor película.
Michael Wilkinson (La gran estafa americana)
Primera nominación al Oscar para Michael Wilkinson, un hombre de industria y acostumbrado a formar parte de superproducciones como “300”, “Watchmen” o “El hombre de acero”, aunque también se encargó del vestuario de “Babel” años antes. Ahora le llega una gran oportunidad bajo las órdenes de David O. Russell tejiendo esos vestidos setenteros y algo petardos que son perfectos para este cotillón de fin de rodaje que parece ser la película. Escotazos, hombreras, sombreros, toda una galería de complementos que lucen los actores y les sirve para realzar sus personajes. Quizás es algo más monocorde que otros trabajos de la categoría, ya que aquí todos los personajes tienen ese toque estrafalario y bufonesco, pero es la mejor opción de Oscar para la película junto a actriz de reparto y guión original.
William Chang (The grandmaster)
Películas orientales, francesas e italianas han estado presentes en este apartado en los últimos años y ahora es el turno de la hongkonesa “The grandmaster” que da a William Chang su primera nominación. Como siempre en las películas de este tipo, este aspecto está cuidado hasta el extremo y aquí no es una excepción, aunque peca de falta de originalidad y de que no ofrezca algo verdaderamente llamativo respecto a otro tipo de cinta de este perfil. Además, por mucha nominación a estas cinematografías, el Oscar suele quedarse en casa en alguna producción de época o, como mucho, alguna cinta británica del mismo corte.
Catherine Martin (El gran Gatsby)
Catherine Martin podría repetir el doblete que consiguió en 2002 con “Moulin Rouge” por el diseño de producción y el vestuario de la película. Para los Oscar Baz Luhrmann como director no deja de ser un bicho raro fastuoso (nunca le han nominado) pero su más fiel colaboradora (y además esposa) es la componente de la pareja que se lleva los premios. Y es que, además de por el mencionado musical, también fue candidata por “Australia” en 2009. Una vez más, esa derroche estético también queda patente en el vestuario y es que, en comparación, cualquier otro trabajo de este año puede parecer de baratillo frente a la riqueza en detalles que se mueve entre los trajes de época y el lujo (algo por el que todo votante en esta categoría se queda extasiado) que van desde las grandes fiestas (aprovechándose también de todos extras para dar brillo y amplitud al trabajo de Martin) hasta los momentos más íntimos. ¿Repetirá Martin la proeza de hace 12 años? El año pasado, en cambio, “Anna Karenina” (otra adaptación literaria muy bella estéticamente con críticas hirientes que también provocó que quedara relegada a categorías menores) intentó el doblete de diseño de producción y no lo consiguió. ¿Será un hándicap para la película el hecho que se pueda llevar los dos Oscar a los que opta a pesar de las malas críticas?.
Michael O´Connor (The invisible woman)
Michael O´Connor es uno de los diseñadores masculinos del momento y eso lo demuestran sus tres nominaciones hasta la fecha. Ganó en 2010 por “La duquesa” y repitió candidatura dos años después por “Jane Eyre”. O´Connor sigue moviendo en los terrenos de época entre lo palaciego y lo literario con el segundo trabajo como director de Ralph Fiennes que cuenta la relación oculta que tuvo el escritor Charles Dickens con una joven actriz. Un trabajo muy correcto para reflejar ese ambiente británico de apariencias, dobles morales e hipocresías, pero que queda en clara desventaja frente a los otros candidatos ya que es el que parece tener menos opciones al no haber nada realmente llamativo o especial respecto las dos anteriores candidaturas del diseñador.
El dictamen
Ganará: Patricia Norris (12 años de esclavitud)
Alternativa: Catherine Martin (El gran Gatsby)
Quiero que gane: Patricia Norris (12 años de esclavitud)
Echo de menos: Gary Jones (Oz, un mundo de fantasía)
Maquillaje y peluquería
Los candidatos
Adruitha Lee y Robin Mathews (Dallas Buyers Club)
Con la ausencia de “La gran estafa americana”, “Dallas Buyers Club” parece tenerlo hecho en este apartado en el que, además del cambio físico que han experimentado los actores protagonistas, se aprovecha de esa decrepitud para realzar la enfermedad que padecen y, también, para marcarse algún pelucón para el personaje de Rayon que justifique esa rama de peluquería que desde el año pasado está integrada también en esta categoría. Además, que la cinta esté ambientada en los 80 también permite adoptar la estética y peinados de aquella época tan clave para los cardados y demás extravagancias. Desde luego habiendo visto el trabajo de McConaughey y Leto es muy fácil que el dedo del votante termine señalando esta opción casi sin quererlo.
Joel Harlow y Gloria Pasqua-Casny (El llanero solitario)
“El llanero solitario” habrá sido un fiasco pero no se puede negar que las dos nominaciones que ha conseguido son bastante merecidas. El trabajo de maquillaje y peluquería en este caso se centra en Johnny Depp en su papel de indio, tanto en su rostro pintado de blanco y negro, como en su presencia general, así como cuando se le presenta en la vejez, aunque también se hace un trabajo más que meritorio en el resto de personajes, especialmente los de Helena Bonham Carter y William Fichtner.
Stephen Prouty (Jackass presents: Bad Grandpa)
Pues sí, el maquillaje de la nueva película de “Jackass” sigue el paso de otras películas que nunca se hubieran imaginado ser nominadas al Oscar y que se aprovechan de esta categoría para ello, tal es el caso de “Click” o “Norbit”. El trabajo de Prouty se basa en hacer envejecer a Johnny Knoxville, mascarón de proa de este tipo de películas, y la verdad es que el resultado es más que notable.
El dictamen
Ganará: Adruitha Lee y Robin Mathews (Dallas Buyers Club)
Alternativa: Joel Harlow y Gloria Pasqua-Casny (El llanero solitario)
Quiero que gane: Adruitha Lee y Robin Mathews (Dallas Buyers Club)
Echo de menos: Evelyne Noraz y Lori McCoy-Bell (La gran estafa americana)
Nacho Gonzalo
Para mí las dos mejores películas en cuanto a maquillaje y peluquería son La gran estafa americana y El hobbit... pero ninguna está nominada. No lo entiendo.
Nacho, necesitas ver de nuevo urgentemente La Gran Estafa Americana.