"Cuento de invierno"

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El argumento: Manhattan, siglo XIX. Peter Lake es un joven neoyorkino que se gana la vida de manera no muy honrada. Su próximo cometido es robar en una gran mansión que cree vacía. Sin embargo, en ella habita una bella joven, Beverly Penn, que pronto despierta la pasión del protagonista. Ambos se enamoran pero Beverly está muy enferma y morirá. El mundo de fantasía que construyen hará que la joven no desaparezca del todo de su vida, pero la desolación de Peter le llevará a acometer misiones fantásticas en las que contará con la ayuda de un caballo blanco.

No conviene ver: "Cuento de invierno" es un pastiche de drama romántico de aventuras y fantasía. Una propuesta ambiciosa por su mezcla de géneros que queda en algo fallido, forzado y ridículo. Una película enrevesada que falla a la hora de ejecutar sus ingredientes, aunque Colin Farrell ya se antoja un error de casting ya que ya está algo talludito para su papel de ladronzuelo aventurero con pelo en forma de taza. Russell Crowe de villano de tiralíneas, Jessica Brown Findlay (la hija pequeña de “Downton Abbey”) y Jennifer Connelly forman el variopinto cuarteto de la trama en un reparto tan desorientando como la propia película con nombres tan variopintos como William Hurt, Matt Bomer y Eva Marie Saint, así como algún cameo muy popular. Sin duda, un error de película porque las intenciones se antojan buenas pero el director no ha sabido imponer un estilo y llevarlo todo a buen puerto quedando perdido en la maraña temporal y novelera que propone desde 1915 hasta la actualidad y que hace que la fantasía lastre toda progresión dramática y relación entre los personajes. La fotografía es buena pero es una decepción sólo para parejas muy pastelosas en el fin de semana de San Valentín. Mucho menos de lo que podría haber sido.

Conviene saber: El guionista Akiva Goldsman (habitual de Ron Howard) salta a la dirección con la adaptación de la novela de Mark Helprin publicada en 1983.

La crítica le da un TRES