"Ha vuelto"

Si mañana Adolf Hitler se despertara en un descampado de Berlín, Alemania podría juzgarle por asesino de masas. Resultaría inconcebible y sin ninguna gracia cualquier otra cosa, pero concebir esa otra cosa ha llevado este libro a ser el más vendido en los últimos meses en el país germano mientras se prepara la película.

Título: “Ha vuelto”

Autor: Timur Vermes

Editorial: Seix Barral

Esta será la segunda historia de cine en la que Hitler recibe un tratamiento humorístico por parte de sus compatriotas, lo que para muchos es síntoma de recuperación psicológica de quienes lo llevaron al poder con sus votos. Si esto fuera cierto, el libro y la película resultarán sanísimos. Por el momento el libro ha provocado el entusiasmo entre miles de lectores que asisten al despertar de Hitler (DespertarenAlemania.txt).

Es una obra mordaz, inteligente en su planteamiento y en el análisis sobre comportamientos y hábitos adquiridos en Occidente en los últimos cincuenta años. Vermes ha disfrutado insertando a Hitler en un mundo donde la televisión lleva años devorando la realidad, televisándola como un Saturno come-hijos que es capaz de normalizar cualquier argumento y situación, a la que el mayor escándalo apenas le dura un par de temporadas. La habilidad del autor lleva la historia mucho más lejos de lo habitual en los libros de humor, haciendo inevitable la complicidad del lector, que espera con la sonrisa en la recámara para ver que trae la siguiente página o secuencia. A veces lo que trae es una pura reflexión política sobre los medios de comunicación:

“Entretanto, eché mano de un ejemplar de ese BildZeitung y lo hojeé. El periódico ofrecía una mezcla, perfectamente atractiva, de ira popular y de malevolencia. Empezaba con informes sobre torpezas políticas, se iba conformando una imagen de una canciller, con aspecto de matrona y tan anodina como también, a fin de cuentas, bonachona, que arrastraba pesadamente los pies en medio de una horda de enanos que le impedían el paso. Paralelamente, el periódico ponía en evidencia, como perfectos disparates, casi todas y cada una de las decisiones «legitimadas» democráticamente. El magnífico y difamatorio libelo rechazaba sobre todo radicalmente la idea de la Unión Europea. Pero lo que más me gustó fue la sutil manera de trabajar. Por ejemplo, en una columna burlesca, entre chistes de suegras y de maridos cornudos se intercalaba discretamente el siguiente chiste: Un portugués, un griego y un español van a un burdel. ¿Quién paga? Alemania. Estaba muy conseguido”.

Las opiniones y algunas de las observaciones de Hitler, enfrentado a las apariencias de un mundo nuevo, son impagables, llegando algunas de ellas a provocar la carcajada por la acidez que se desprende al contrastar los hechos cometidos por el dictador con las situaciones a las que ha de enfrentarse. Hitler reparte en todas las direcciones, sin perder ninguna de las características que lo definen en la memoria colectiva universal. Inteligente y divertido, más para los que tengan la edad o el interés suficiente para conocer la época y el personaje. Si tenemos un amigo aficionado al tema, el éxito queda garantizado.

Carlos López-Tapia