Conexión Oscar 2014: "Agosto", la pelea en el fango de Meryl Streep y Julia Roberts
Querido Teo:
"Agosto" ha pasado de ser una de las grandes apuestas de la temporada para los Weinstein a ser un ring en el que la pelea de gatas ha alcanzado su máxima expresión. Un reparto muy coral comandado por dos actrices, magníficas pero con un ego de abeja reina, tenía que provocar una colisión con la que hasta la promoción ha jugado ya que no se dudó en lanzar un cartel con Meryl Streep y Julia Roberts tirándose de los pelos rodeadas de esa disfuncional familia que protagoniza la versión cinematográfica de una laureada adaptación teatral. Ríase uno de la relación de Olivia de Havilland y Joan Fontaine. De todas formas, la poca personalidad de John Wells a la hora de llevar el texto a la pantalla (lo más criticado de la cinta) va a condenar a una propuesta concebida para estar en el grupo de favoritas al Oscar a contentarse (como mucho) con las nominaciones de actriz para Meryl Streep, actriz de reparto para Julia Roberts y guión adaptado para Tracy Letts (el propio autor de la obra).
Este drama familiar ganó el Pulitzer y 5 premios Tony de teatro en 2008 y ahora salta al cine con toques de comedia amarga girando en torno a las mujeres de la familia Weston, cuyas vidas se han ido distanciando hasta que una crisis familiar las vuelve a reunir en la casa donde crecieron y en la que aflorarán una serie de secretos del pasado, discusiones, rencillas y deseos ocultos. Especialmente desde el punto de vista de la matriarca (Violet Weston) y su hija mayor Barbara, a la que interpreta Julia Roberts, una maniática del orden que vive una crisis matrimonial.
Tracy Letts no encuentra en el cine un medio desconocido ya que ya se encargó de la adaptación de dos de sus obras, “Bug” y “Killer Joe”, ambas dirigidas por William Friedkin. Casi con más experiencia que el director John Wells (algo que le encanta a Meryl Streep para sentirse en sus proyectos la reina del cotarro y hacer lo que le venga en gana) que a pesar de haber participado en series como “Urgencias” y “El ala oeste de la Casa Blanca”, debutó en el cine en 2010 con la cinta sobre las consecuencias de la crisis económica en “The company men”.
Ya se vio que algo andaba mal cuando la cinta recibió críticas bastante tibias en Toronto (donde reventar el aplausómetro no está muy caro) aunque sí que se alabó destacadamente al reparto, curiosamente a nombres que no estaban en las quinielas. Si todo parecía indicar que Benedict Cumberbatch o Margo Martindale (la actriz que le dio vida en su estreno teatral ganó el Tony) podrían tener presencia en las categorías de reparto, las críticas destacaron sobre todo a Chris Cooper y Julianne Nicholson. Por supuesto, en menor intensidad que las divas Meryl Streep y Julia Roberts. De Streep poco se puede decir ya a estas alturas, con 17 nominaciones y 3 Oscar en su haber y habiendo conseguido este año su 28ª nominación al Globo de Oro por este papel en el que, al menos físicamente, es una especie de Stockard Channing haciendo de Enrique Bunbury, pero la Roberts consigue un personaje de enjundia que llevaba más de una década sin oler. En 2001 ganó el Oscar por “Erin Brockovich” y, aunque es verdad que puso parón a su carrera para centrarse en su papel de madre, durante todo este tiempo ha deambulado por cintas que no han estado a la altura. Ni han ayudado a consolidar su estatus de estrella y “novia de América” conseguido en los 90 ni le han supuesto un reto como actriz. Y es que en la última década su papel en “Closer” en un rol sufridor y lo bien que se lo pasaba en “Blancanieves (Mirror, mirror)” es lo único verdaderamente destacable.
Eso sí, los Weinstein también son causantes de fomentar una rivalidad entre ambas. Ya hemos comentado más de una vez el auténtico pavor que tienen ahora los Estudios en promocionar ahora para el Oscar a dos intérpretes por una misma película en la categoría protagonista. Desde “Thelma & Louise” en 1992 no hemos vuelto a ver nominadas a dos actrices de la misma película en ese apartado, más que nada por no jugársela en la división de votos. Este verano los Weinstein sorprendieron planificando que Julia Roberts compitiera como protagonista y que Meryl Streep quedara en secundaria, seguramente para (en una categoría en la que ya empezaban a sonar los nombres de Blanchett, Dench y Thompson) tener más opciones de premio como actriz de reparto aunque eso supusiera enfrentarla con la ahora cada vez más devaluada Oprah Winfrey, también baza Weinstein. Algo totalmente absurdo teniendo en cuenta la relevancia del papel de Violet en la obra. La noticia descolocó a todos los tempranos pronósticos de la temporada pero los Weinstein aplazaron la decisión a la recepción de la película en Toronto. Tras el pase a primeros de Septiembre, inmediatamente las cosas volvieron a su cauce con Meryl Streep como protagonista y Julia Roberts teniendo que sacrificarse quedando encuadrada en secundaria a pesar de ser claramente una coprotagonista, como así se demostró también en las nominaciones de los Tony de 2008 que nominaron a las actrices que encarnaron estos roles en la categoría protagonista, ganando Deanna Dunagan por el papel de Violet que interpreta ahora en cine Meryl Streep.
Pero en Toronto más que resolverse el conflicto se abrió uno nuevo a raíz del final de la película. Los asistentes al certamen (y conocedores de la obra) salieron impresionados por un final radicalmente diferente que ofrecía un mayor lucimiento de Julia Roberts en detrimento del original que ofrece un gran impacto dramático para el personaje de Violet siendo calificado de demasiado duro para el espectador medio. Que Meryl Streep no acudiera a Canadá aquejada de una gripe desató todos los rumores sobre el mal rollo existente en el equipo y sobre el descontento de la actriz en la decisión final. Eso sí, aunque semanas después se habló de que se había rectificado y optado por el final original, finalmente ha prevalecido la opinión de Weinstein (y la de Julia Roberts) frente a la de John Wells y Meryl Streep inclinándose por el desenlace visto en Toronto y distinto al de la obra con mayor gloria para Julia. Es lo que tiene haber rodado dos finales, han logrado que haya más discusión por elegir uno que por decidir el titular en la portería del Real Madrid.
“Agosto” es la clara prueba una vez más (salvo que las nominaciones al Oscar nos contradigan lo cual a estas alturas parece muy improbable) de que en la carrera de premios no existen las fórmulas matemáticas. Una gran y premiada obra de teatro de partida y un envidiable reparto no garantizan el éxito ni los galardones en su traslación a la pantalla, sobre todo teniendo en cuenta que llevar el teatro al cine es más complicado que hacerlo con una novela ya que, por mucho que algunos directores lo crean, no basta con poner la cámara y dejar que los actores hagan el resto. Es necesario el riesgo y la inteligencia para para dar el toque personal y saber adaptar dos estilos de lenguaje tan diferentes. La cinta ya ha llegado este día de Navidad a los cines USA y a España lo hará el día 10 de Enero y ahí veremos si la sangre llega al río finalmente o no.
Nacho Gonzalo