Conexión Oscar 2014: “Nebraska”, Alexander Payne y su amor por las historias mínimas y familiares de autodescubrimiento
Querido Teo:
Estamos a punto de que la carrera comience oficialmente con los primeros premios importantes de la crítica y es indispensable llegar a estas alturas con las fuerzas necesarias. Al margen de las incontestables opciones de “12 años de esclavitud” y “Gravity”, que divisan a las demás desde lo alto y con una gran tranquilidad, hay un pelotón de películas que intentan convertirse en otra vía que, al menos, les sirva (aunque no para ganar) sí para tener presencia en gran parte de los premios y, si se puede, rascar algo. Una de esas cintas es "Nebraska" que día a día va a más y que ha pasado de no ser tenida muy en cuenta a valorarse como una opción muy seria en, quizás, más categorías de las que hubiéramos pensado en un primer momento.
En esta ocasión Alexander Payne no nos ha hecho esperar tanto entre película y película. Desde "Entre copas" hasta "Los descendientes" pasaron siete años en los que el cine quedo privado de uno de los inspiradores de esa corriente independiente USA, término que ya se ha desvirtuado y que ha terminado en una maraña en la que no se sabe muy bien que películas realmente pueden catalogarse ahí, teniendo en cuenta que existen filiales independientes que impulsan este tipo de películas pero que, en realidad, no son más que una ramificación de un gran Estudio. Con las dos citadas películas Payne consiguió la nominación a película y director, pero en las dos ocasiones tuvo que contentarse con 2 Oscar en la categoría de guión adaptado (la primera compartida con Jim Taylor y la segunda con Nat Faxon y Jim Rash).
Sólo dos años después de “Los descendientes”, Alexander Payne presenta “Nebraska”. Una road movie de 13 millones de dólares de presupuesto protagonizada por Bruce Dern en la que da vida a un padre alcohólico y testarudo que se lanza a la carretera de Montana a Nebraska en compañía de su hijo para recoger un premio que cree equivocadamente que ha ganado a partir de una de esas engañifas tan propias del marketing y de determinadas promociones que se aprovechan de la buena fe y la desesperanza del ciudadano medio y desinformado.
Una tierna historia de ambiente rural con ecos a “Una historia verdadera” de David Lynch en la que Payne vuelve a radiografiar de manera sobresaliente las relaciones personales y, sobre todo, familiares, en definitiva, las cosas que importan más allá del puro materialismo con el que la sociedad se ciega día a día. En definitiva, lo poco que se necesita para ser feliz y lo mucho que cuesta conseguirlo. Si en su anterior trabajo el papel de la paternidad era el leitmotiv, aquí la figura del hijo es muy importante siendo cómplice y testigo de la aventura de un padre ya cercano a la senilidad en la que se antoja como su última gran y quijotesca aventura vital llena también de amargura en el uso de su humor. Será un buen momento para recuperar la relación entre ellos y limar las asperezas que marcan la relación paterno-filial. Una cinta pequeña y sobria, sencilla y de detalles, pero de gran calado y profundidad, conmovedora y divertida, que está rodada en blanco y negro y que consigue un efecto pictórico muy atractivo logrando reflejar la nostalgia por las oportunidades perdidas y la humanidad que desprenden los personajes marcados por la crisis personal y económica en el entorno del Medio Oeste USA, y que es todo un vehículo de lucimiento para el veterano Bruce Dern que para todas las críticas combina el oficio del viejo zorro con la espontaneidad y frescura de una interpretación revelación. El actor sería el más veterano con 77 años en conseguir la nominación al Oscar como actor protagonista sólo por detrás, precisamente, de Richard Farnsworth por "Una historia verdadera" que fue nominado a los 79 años.
El proyecto ha estado en mente de Payne desde hace una década cuando el debutante Bob Nelson le presentó el guión. Aunque el director intentó sacar a Gene Hackman de su retiro para que acometiera el papel protagonista, y también se barajó el nombre de Jack Nicholson, Bruce Dern fue finalmente el elegido, un actor que, tras una elogiada carrera de secundario, asume aquí uno de esos papeles que justifican ya de por sí una destacada filmografía. En el papel del hijo encontramos a Will Forte, conocido en USA por su labor para la comedia y sacado del programa “Saturday Night Live”. Precisamente ese contraste con lo anterior que se ha visto de los dos actores, y la honestidad que impregnan a sus personajes, son las grandes armas con las que cuenta la película y lo que ha propiciado que las interpretaciones hayan sido muy elogiadas.
Paramount no ha apostado fuerte por la película hasta ahora cuando es consciente de que, junto a “El lobo de Wall Street”, es su gran opción de cara a los Oscar de este año. “Nebraska” es una de esas películas que ha ido creciendo con el tiempo y ha ido de menos a más. Curiosamente la película fue mejor tratada por la crítica europea que por la americana tras su paso por el Festival de Cannes ganando Dern el premio al mejor actor (por delante del favorito Michael Douglas). Seguramente el veterano actor se convirtió desde el anuncio de la película en el primer candidato actoral seguro en estos Oscar ya que es la típica interpretación que suele encandilar a los académicos. El viejo gruñón de vuelta de todo que inicia una road movie física y psicológica reconciliándose con sus traumas y dramas del pasado y aprovechando para conocer más a los suyos y a sí mismos. Si además está dirigido por Alexander Payne, que suele tener muy buena mano con los actores, la nominación ya parece un hecho desde hace meses.
La gran duda para Paramount era decidir si era más conveniente promocionarlo como protagonista que como secundario, optando finalmente por lo primero. Las campañas por el Oscar están marcadas por el terror de las productoras en promocionar dos interpretaciones en la categoría protagonista y que sufran la temida división de votos. Aprovechando el rol coprotagonista de Dern y Forte se barajó en postular al veterano actor como secundario (donde intérpretes de su perfil han obtenido buenos réditos) pero unas declaraciones públicas de Dern cabreado y sintiéndose prostituido si se optaba por esa decisión hicieron que imperara la lógica y que al final (con el poder del nombre y de las canas) se diera la vuelta a la tortilla y Dern fuera a protagonista y Forte a secundario. Desde “Amadeus” en 1985 nunca dos actores masculinos de la misma cinta han competido como protagonista y, por mucha fuerza que coja “Nebraska”, la mejor opción desde un punto de vista industrial era relegar a Forte a la categoría de reparto (aunque muchos que han visto la película consideran que es el auténtico protagonista de la cinta) aprovechándose de su escasa notoriedad en el mundo del cine.
El otro nombre que brilla en la cinta es el de June Squibb que interpreta a la mujer de Bruce Dern. Una actriz que, a sus 84 años, sería la tercera actriz más veterana en ser candidata en la categoría de actriz de reparto sólo por detrás de Gloria Stuart por “Titanic” (87 años) y Ruby Dee por "American gangster" (85 años). Alexander Payne le ha brindado el clásico papel de entrañable abuela chistosa y robaescenas que se mete al público en el bolsillo con una mirada que destila gran verdad. Se lo debía el director después de que Squibb encarara el papel más inerte y desagradecido de la Historia, el de mujer muerta de Jack Nicholson en “A propósito de Schmidt”.
Tanto “Entre copas” como “Los descendientes” tuvieron 5 nominaciones al Oscar y parece que “Nebraska” andará por ahí. Un número característico y lógico teniendo en cuenta el estilo de Payne, un cine en el que no destaca lo técnico sino el valor de las interpretaciones y el guión. Seguramente por eso, no ha alcanzado todavía una dimensión tal en la industria para tener su gran noche en los Oscar y pasar de ser premiado sólo como guionista a dar el salto para ser reconocido tanto en película como director. Las nominaciones de película, actor, actriz de reparto y guión original parecen más que aseguradas, pero la cinta tiene cada vez más opciones en director, actor de reparto e, incluso, fotografía. Pocos hubieran apostado hace unos meses porque “Nebraska” (que se pintaba como un trabajo menor de Payne) pudiera superar a sus dos anteriores trabajos en nominaciones pero va camino de ello. Veremos que ocurre pero las 6 nominaciones a los Independent Spirit Award (“Entre copas” tuvo también 6 y “Los descendientes” se conformó con 4) confirman que la película está cada vez más fuerte en la carrera así que parece destinada a ser una de las destacadas de la temporada de premios.
Nacho Gonzalo
Sin haber visto la película puedo decir que las posibilidades de Dern disminuyen con su colocación en la carrera de actor principal. Solo basta ver como le gusta a la Academia premiar en el rubro de reparto a veteranos consagrados.
buenicima pelicula buenos actores buen director