Cine en serie: "Graceland" supera las expectativas

Querido Teo:

Acabo de ver la season finale de una de las mejores series de este verano, la subestimada "Graceland". Subestimada no sólo por nosotros, en cierto modo se nos vendió como un producto juvenil de consumo veraniego y estamos más cerca de un drama policiaco que de "Dos policías rebeldes". Como sé que muchos no la han visto, intentaré no "spoilear" demasiado con el fin de que al menos se le dé una oportunidad a esta pequeña joya.

Y es que "Graceland" se ha alejado terriblemente de los estereotipos de series de guaperas e incluso ha ido eliminando toda trama sentimentaloide que pudiera aparecer, incluso las que tendrían sentido en una serie de detectives secretos con problemas de identidad para/con la sociedad que les rodea (en cuanto a tener novias, básicamente). Tanto es así que los últimos episodios de la serie han sido una estupenda "coral" de caminos dirigidos a dos cuestiones fundamentales, de qué lado está y qué oculta realmente Briggs, y si conseguirán finalmente desenmascarar el cartel de la droga que se les ha establecido debajo de casa.

Con un Aaron Tveit bordando su personaje de rookie superestrella destinado a cazar a su superior por asuntos internos, el resto del equipo no se queda atrás. Desde los que van muy lejos para atrapar a un camello cayendo en la tentación de la heroína hasta alguna que otra muerte por el camino. Aquí los buenos no son tan buenos y los malos, esos sí que son malos. Destaca también que el propio Briggs (Daniel Sunjata) sabe moverse en esa delgada línea entre lo que está dentro de la ley, lo que excede la ley pero funciona para acabar con los criminales, y una tercera vía que se aleja de los anteriores pero que es la que le beneficia a él una vez que se da cuenta de que alguien le está investigando.

Los que no la hayan visto y esperen un desfile de chicas en bikini en pantalla o algo parecido no tienen aquí su serie, parece que el espíritu surfero que dominaba los primeros episodios se ha ido difuminando en una trama corrupta dentro de la propia "agencia" que se mezcla con el caso principal que investigan nuestros chicos. Así mismo, un personaje aparece en los últimos episodios que complicará incluso más la trama y nos permite ver hasta qué punto en esta serie es más importante atrapar al de dentro que a los de fuera.

Técnicamente ya te hablé de las transiciones a lo "instagram" que tiene la serie, un detalle muy logrado y que visualmente es interesante. Añadimos hacia el ecuador/final de la temporada, a medida que ésta se hace más dura y seria, algún plano que recordará a Tarantino en la preparación de nuestros agentes antes de salir a sus misiones, incluso un poco fuera de onda. En cuanto lo veas sabrás a lo que me refiero. Además de esto, la música acompaña perfectamente a nuestros chicos.

La serie ya ha sido renovada para una segunda temporada seguramente porque los números la han acompañado (ha sido una de las mejores series en su "target" de edad y toda una sorpresa incluso para su cadena). Tendremos que esperar para saber qué pasa con nuestro "piso franco" favorito y de qué manera la relación de Briggs y Mike se ve afectada tras el "cliffhanger" del último episodio. Será muy interesante ver como los guionistas preparan esta segunda temporada ya que parecía que iban a concluir toda la trama principal en los últimos tres episodios de la primera (la serie consta por el momento de doce episodios solamente). Una conversación se queda en el aire al finalizar la temporada y nos tendrá en vilo hasta el año que viene. Y es que a veces cuando todo parece que está aclarado...

Ya te digo, "Graceland" no es lo que parece. A veces creemos ver en los actores jóvenes y en las series veraniegas el "fast food" de la TV pero que "entren" bien no significa que tengan menos valor. Aquí tenemos todos los ingredientes para un producto muy redondo si no se quiere alargar demasiado. Le calculo tres temporadas a un alto nivel.

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David Volcano