"Tierra prometida"

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El argumento: Steve Butler, un ejecutivo de una gran empresa, llega a un pueblo con su compañera de trabajo, Sue Thomason, para comprar los derechos de perforación a los propietarios de las tierras, casi todos ganaderos. En esa población, asolada por la crisis económica de los últimos años, Steve intentará convencer a la gente de los beneficios de perforar sus tierras, pero también tendrá ocasión de reconsiderar lo que ha sido su vida hasta ese momento.

Conviene ver: "Tierra prometida" no termina de aclarar el terreno por el que se tiene que mover. Parecer querer presentar el debate y la reflexión sobre la técnica del fracking (o fracturación hidráulica) a la hora de obtener recursos naturales (con voces a favor y en contra), pero parece que tenga miedo de querer polemizar y acaba convencionalizándose en un drama amable y naturista no exento de romanticismo. Buenas intenciones pero una crítica demasiado obvia y facilona en un guión lleno de previsibilidad y lugares comunes. Tanto la relación del protagonista con el personaje de Rosemarie DeWitt como la subtrama amorosa de Frances McDormand (lo más enérgico de la cinta) con Titus Welliver, son bastante tópicas y no parecen casar en una película que tendría que haber sido más comprometida y casi cercana a la denuncia del género documental. Matt Damon y John Krasinski están bien, aunque su trabajo como guionistas deja mucho que desear en esta ocasión, pero sostienen la cinta por su carisma y presencia, además de los tímidos golpes de humor que salpican la historia y que le dan un aire de fábula capriana ya que los ejecutivos que llegan al pueblo son transformados por el mismo y viceversa. Krasinski tiene el personaje más complejo como activista pero es una pena que no termine de estar desarrollado. La presencia del veterano Hal Holbrook, Scoot McNairy y otros lugareños del pueblo demasiado anecdótica y desdibujada. Una cinta digna pero poco más en la que se nota que Gus Van Sant la ha encarado con cierta desgana y no ha podido poner su sello siendo un mero favor personal a un Matt Damon que estuvo a punto de dirigirla.

Conviene saber: Tercera colaboración entre Gus Van Sant y Matt Damon después de “El indomable Will Hunting” (1997) y “Gerry” (2002).

La crítica le da un SEIS