"Efectos secundarios"
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El argumento: Ambientada en el mundo de la psicofarmacología, ciencia que estudia cómo afectan las drogas a la mente humana. Emily es una joven que se vuelve adicta a un nuevo medicamento que le receta su psiquiatra, que se la proporciona para poder manejar su ansiedad por la inminente liberación de la cárcel de su esposo Martin.
Conviene ver: "Efectos secundarios" es un absorbente thriller de Steven Soderbergh en forma de rompecabezas sobre la depresión clínica y la turbiedad de algunas prácticas médicas en una sociedad USA dibujada de consumista estableciendo un mercado paralelo sobre el negocio económico de la depresión de una sociedad dependiente de estos medicamentos que les convierten en adictos mientras que las altas esferas se enriquecen sin ningún escrúpulo. La cinta tiene gran ritmo y potencia la atención del espectador que asiste atónito a los giros de una trama bien construida y poco predecible. El toque Hitchcock sobrevuela toda la cinta y, a pesar de que el director se gusta en algunas tomas estéticas que podrían ser calificadas de pretenciosas, el conjunto funciona cumpliendo el objetivo de entretener y, a la vez, reflexionar con angustia sobre lo que se ha contado. Un intenso drama que deriva en thriller policial ofreciendo una intriga de gran altura, de las mejores vistas en los últimos tiempos y uno de los mejores trabajos de la carrera del director. Rooney Mara y Jude Law (en su relación de médico-paciente) son lo mejor aportando sobriedad y naturalidad en un reparto que también forman Channing Tatum y Catherine Zeta-Jones. Sólo se le puede achacar cierta frialdad y algún volantazo en el guión demasiado forzado para llegar a alguna consecuencia facilona y demasiado evidente.
Conviene saber: En principio estamos ante el último largometraje de Steven Soderbergh si al final es cierto la tan comentada intención del director de retirarse. Tercera colaboración entre Soderbergh y el guionista Scott Z. Burns con el que ha trabajado en "¡El soplón!" (2009) y "Contagio" (2011).
La crítica le da un SIETE