Cine en serie: "Black mirror", futuro imperfecto

Querido Teo:

A finales de 2011 se estrenó la miniserie "Black mirror" en el Channel 4 británico y no dejó a nadie indiferente. Ofreciéndonos una visión inquietante, y algo pesimista, nos situaba en un futuro cercano en el que las tecnologías sociales que conocemos hoy han dado un paso más, y no precisamente uno muy bueno. Pues bien, Charlie Brooker ha vuelto a hacer de las suyas con tres nuevas historias que nos harán replantearnos una vez más nuestra relación con esa tecnología que nos rodea y forma parte de nuestro día a día.

Después de ver la gran acogida de la primera temporada, haciendo que mucha gente que normalmente no presta atención a este tipo de series la recomendara efusivamente (a través de Facebook y Twitter, irónicamente), no es de extrañar que tengamos ahora una continuación, tres nuevas historias para hacernos sentir un poco incómodos al verlas y pensar eso de “esto no está tan lejos de la realidad”.

De momento hemos podido ver la primera entrega y, como todas las segundas partes, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Lo bueno es que ha sido capaz de encontrar una nueva vuelta de tuerca a la temática original, mostrándonos el reverso tenebroso de una tecnología que nos es muy familiar y que damos por sentada, así como a unos personajes que nos resultan cercanos y de los que podríamos decir que conocemos a alguien con las mismas obsesiones. Esto es lo que hace funcionar tan bien estas historias de ciencia ficción, el hecho de que estamos “casi ahí”.

Lo malo es que el factor sorpresa de los primeros episodios prácticamente desaparece. Con un trailer críptico, y que tan sólo apuntaba algunos detalles básicos de lo que íbamos a ver, cada episodio de la primera temporada era algo completamente nuevo y original, y sumado al hecho de que las historias son independientes entre sí, nos dejaba siempre con ganas descubrir qué iba a suceder a continuación. Esta sensación se reduce mucho con una segunda temporada, porque desde el momento en que vemos al protagonista permanentemente enganchado al móvil para comprobar las actualizaciones de su red social favorita, sabemos que es cuestión de tiempo que la cosa se tuerza y que alguien lo acabe pasando mal (y nosotros viéndolo).

En esta primera historia se nos presenta un nuevo servicio de las redes sociales, uno que nos permitiría despedirnos de aquellos que ya no están con nosotros, y en principio hacernos más llevadera la pena. Pero esto es “Black mirror”, y es evidente que tarde o temprano vamos a descubrir que junto con el regalo de poder decir adiós a nuestros seres queridos, existe la posibilidad de aferrarnos demasiado a ellos y no querer pasar página. Hayley Atwell (“El sueño de Casandra”, “Capitán América”) y Domhnall Gleeson (que interpretaba a Bill Weasley en Harry Potter) dan vida a Martha y Ash, una pareja que poco después de mudarse a una casita en el campo... casi mejor lo dejo ahí para no chafar la historia.

A pesar de que para los que hayan visto la primera temporada el factor sorpresa se reduzca mucho, sigue siendo totalmente recomendable, y sigue haciéndonos pensar en esos costes ocultos a largo plazo que pueden tener los servicios “gratis” que tan amablemente nos ofrecen en internet. Y para cualquiera que no haya visto la primera temporada (que emitió Cuatro hace ya unos meses), ya estas tardando.

Vídeo

Atentamente.
Profesor Falken