"El bosque"
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Trailer y carteles en la web del director.
El argumento: Una familia del Bajo Aragón esconde un secreto ancestral: dos veces al año, por la noche, cerca de su masía aparecen unas misteriosas luces, un fulgor sobrenatural, entre la maleza de un extraño bosque. Según la tradición familiar esas luces son una puerta que conduce a otro mundo, del que no se puede volver. Cuando, en 1936, estalla la Guerra Civil, las milicias anarquistas toman el poder en el Bajo Aragón, y Ramón, el cabeza de familia de la masía, es perseguido más por razones personales que ideológicas: el “Cojo”, uno de los anarquistas del pueblo, está enamorado de Dora, la mujer de Ramón, y trata de aprovecharse de la situación. Dadas las circunstancias, Ramón se ve obligado a cruzar el umbral de las luces. Dora tendrá entonces que afrontar la soledad y el acoso del Cojo. Para sobrevivir a la guerra y sus penalidades, Dora solo contará con la ayuda de Gernsback, un oficial de las Brigadas Internacionales, o “Lo Fusteret”, un viejo anarquista enfrentado con el Cojo.
Conviene ver: “El bosque” no es una película más sobre la Guerra Civil sino que sorprende en una propuesta totalmente distinta combinando fantasía y realidad en tiempos difíciles. No puede evitar las comparaciones con “El laberinto del fauno”, con la que sale perdiendo, pero es de alabar el intento de ofrecer algo distinto en una propuesta que sorprende al espectador en todo momento. Hay que saber a lo que se va ya que puede descolocar bastante. La fantasía como refugio para el dolor y la tragedia. Logra mantener una fina línea sin caer en lo ridículo o pretencioso, pero lo peor es cuando la fantasía cobra realidad y su metáfora se destruye. Los personajes no son nada maniqueos y es una vuelta al tono arquetípico que se suele dar a los personajes de películas desarrolladas en esta época. En el reparto destacan Tom Sizemore como un soldado americano, María Molins, Pere Ponce y Álex Brendemühl.
Conviene saber: Nuevo trabajo de Óscar Aibar tras “El gran Vázquez” (2009) adaptando un cuento de Alberto Sánchez Piñol.
La crítica le da un SEIS
