El cine más erótico: "Barbarella", Jane Fonda y la sensualidad intergaláctica
Querido primo Teo:
“Barbarella” fue la película que elevó a Jane Fonda a la categoría de mito erótico para toda una generación. Etapa y status del que ella después renegó. La cinta adaptaba el cómic creado por el dibujante francés Jean-Claude Forest que se comenzó a publicar como una breve tira dentro de la revista V Magazine en 1962, aunque la notoriedad no le llegaría hasta dos años más tarde cuando fue recopilada en un álbum conjunto. Las apenas tres aventuras de Barbarella que publicó Forest fueron un gran éxito y uno de los puntos de arranque de lo que hoy conocemos como cómics para adultos. Su protagonista era una joven heroína, liberada sexual e intelectualmente, que se inspiraba en Brigitte Bardot, el gran mito erótico de la época en Francia y más allá de sus fronteras. La popularidad de la aventura gráfica hizo que se planteara pronto su adaptación a la pantalla grande.
Fue el productor Dino De Laurentiis el que puso en marcha el proyecto, cuyo guión corría a cargo, fundamentalmente, de Terry Southern con la colaboración del autor del cómic. El encargado de llevar a cabo la adaptación cinematográfica fue el director Roger Vadim, más conocido por sus relaciones sentimentales y matrimonios (Brigitte Bardot, Catherine Deneuve, etc…) que por su buen hacer cinematográfico. Su elección no era casual, había dirigido en la década anterior “...Y Dios creó a la mujer” (1956), la película que había convertido a la Bardot, por aquel entonces su esposa, en un mito erótico. Era un director con una vena muy desarrollada de voyeur cinematográfico y que parecía especializado en la inclusión de escenas eróticas en sus películas. Cuando el proyecto llega a sus manos estaba casado con otra rubia de quilates, Jane Fonda. Y Jane se convirtió en la protagonista de la cinta.
La película, que hoy goza del rimbombante título de “película de culto”, es probablemente una de las mayores bizarradas que se han hecho a lo largo de la Historia del cine. Combina sin complejos ciencia-ficción, erotismo y comedia psicodélica. La narración se sitúa en un hipotético año 40.000, en el que la paz domina el universo. Entonces, un malvado científico, de nombre Duran Duran, pone en peligro dicha paz con el peligroso rayo positrónico (el MacGuffin de la película). El presidente de la Tierra le encarga a Barbarella la peligrosa misión de detenerle. Cuando Barbarella parte para cumplir su misión, su nave se avería y llega al extraño planeta Lythion, allí da comienzo una serie de aventuras con los particulares habitantes del planeta, a cada cual más delirante, en las que el erotismo está siempre presente.
Uno de los momentos más recordados de la película son sus títulos de crédito, durante los cuales Jane Fonda realiza un striptease en gravedad cero, uno de los más famosos de la Historia del cine. La Fonda se va quitando poco a poco su traje de astronauta hasta quedar como Dios la trajo al mundo, aunque su cuerpo se ve oportunamente cubierto por los letreros de los títulos, se vislumbra su insinuante figura. La escena fue mutilada en su estreno en España en 1975.
Estos títulos de crédito delirantemente pop son la mejor carta de presentación de la película, de la que veremos en adelante artilugios tecnológicos imposibles, plástico, metal, cartón-piedra y felpa por doquier, en una película concebida para el lucimiento físico de Jane Fonda, que se pasa la hora y media que dura el film probándose los modelitos imposibles diseñados para ella por Paco Rabanne. Corpiños con pechos de plástico transparente, o mallas y minifaldas provocativas, así viste Barbarella, un personaje sexualmente desinhibido, al inocente estilo de la época. La promiscuidad de Barbarella es notable, “interactúa” con casi todos los compañeros masculinos con los que se encuentra a lo largo de su aventura intergaláctica. Lo predominante en la actitud de los habitantes del extraño planeta Lythion es la ligereza de prendas y de cascos. Una actitud bastante inaudita en la época en la que la película se estrenó y que explica su status de hito en lo erótico, un erotismo que a día de hoy resulta bastante naif.
Son muy recordados los encuentros sexuales de Barbarella con el ángel ciego Pygar (John Phillip Law), que recupera la vista tras su ajuntamiento; la escena en la que Duran Duran (Milo O'Shea) la captura e intenta torturar en el “orgamastrón” (con ese nombre parlante no parece necesario explicar cuál es su función), invento que termina reventando ante la mirada de incredulidad y fascinación del malo de la película; las insinuaciones lésbicas de la Gran Tirana (Anita Pallenberg) a Barbarella; el ataque de las muñecas asesinas que le arrancan más ropa que piel; o su encuentro con el patoso líder de la revolución, Dildano (David Hemmings), en el que le explica como las relaciones sexuales en la Tierra ya no son físicas sino que se han sustituido por la ingesta de pastillas.
El argumento y el planteamiento de la película no tienen la más mínima lógica ni lo pretenden. En una producción con un cargado aire en lo visual de película de ciencia ficción de serie B: efectos especiales cutres, escenarios de cartón-piedra, vestuario hortera, toque kitsch, etc... Lo más destacado, es el humor casi surrealista que inunda la cinta, con momentos más acertados que otros, en una cinta grotesca y absurda que ha envejecido mal, pero que conserva parte de su extraño atractivo.
Hace años que se vienen oyendo rumores sobre un posible remake. Este año se conocía que el director danés Nicolas Winding Refn (“Drive”) se encargaría de su adaptación televisiva. La película sirvió como inspiración a varios grupos de rock, como Motorhead, que tiene una canción titulada Orgamastron, o The 69 eyes que titularon Barbarella a una de las canciones de su álbum “Motor city resurrection”. Quizá lo más conocido sea el hecho de que el grupo de tecno-pop Duran Duran adoptara su nombre del malo de la película.
Tus primas Ananula y Rodasons
Es una gran película la vi en mi adolescencia con un erotismo.muy bien montado claro sin la simpatía y Belleza de Jane Fonda, cu
No un cuerpo hecho a la medida del film
[…] DanielSan en El cine más erótico: “Barbarella”, Jane Fonda y la sensualidad intergaláctica […]