In Memoriam: Ernest Borgnine, la sonrisa del robaescenas
Querido Teo:
El otro día Piercing repasaba a esos actores nonagenarios que seguían entre nosotros. Lamentablemente se produce una baja. Ha muerto a los 95 años Ernest Borgnine, secundario robaescenas de lujo especialmente en los 50 y 60 y ganador del Oscar al mejor actor por “Marty”. Un actor muy querido en la profesión, inconfundible por su rostro redondo capaz de mostrar tanto bonhomía como maldad, y también incansable ya que ha estado trabajando hasta el último momento de su vida permanentemente activo durante 60 años de carrera.
Procedente de una familia de inmigrantes italianos de la región de Módena, Borgnine se alistó en la marina de los Estados Unidos en 1935 y, aunque se desvinculara de ella, volvió en 1941 para servir a su país durante la II Guerra Mundial. Terminada la contienda, y aconsejado por una madre que destacaba en él su gran personalidad, entra en el Randall School de Connecticut. Debuta en Broadway en el papel de enfermero de la obra “Harvey” en 1949. En 1952 se traslada a California para probar suerte con el cine y recibe el papel del cruel y traidor Fatso Judson en “De aquí a la eternidad” (1953). La buena racha continúa con papeles en “Johnny Guitar” (1954), “Veracruz” (1954) y “Conspiración de silencio” (1955). Ese mismo año es el momento de su consagración con “Marty”, adaptación de una serie de televisión protagonizada por Rod Steiger. Precisamente, éste estuvo a punto de protagonizar la versión cinematográfica interpretando al tierno e inocente carnicero soltero e inseguro. Una cinta de Delbert Mann, siempre mirada con cierta condescendencia por el tono aparentemente ligero de la misma, pero que dio el campanazo en 1956 ganando 4 Oscar en las categorías de película, director, actor y guión. Por este trabajo, Borgnine también consiguió el Globo de Oro, el Bafta y el premio de los Críticos de Nueva York.
En pocos años Borgnine llegaba a la cina de Hollywood y su rostro se hacía muy popular encadenando cintas como “Los vikingos” (1958), "Barrabás" (1961), “El vuelo del Fénix” (1965), “Doce del patíbulo” (1967) y "Grupo salvaje" (1969). Mítica su escena con una mirada que demuestra lo que es morir por honor en esa antológica batalla final. Borgnine lograba caer bien al espectador tanto haciendo de bueno como malo siendo un auténtico secundario robaescenas, de esos que han hecho grande al cine americano gracias a su autenticidad y credibilidad. En esa década alcanzaba también una gran popularidad gracias a la televisión con su papel en la serie “Barco a la vista” que se mantuvo en antena entre 1962 y 1966 como el Comandante Quinton McHale y que le valió una nominación al Emmy en 1963. Recurrente en intervenciones episódicas en muchas series televisivas que van desde "Vacaciones en el mar" hasta "Walker" fue mecánico en el telefilm “Airwolf” (1984), dobló el personaje de Tritonman en “Bob Esponja” desde 1999, protagonizó el telefilm “A grandpa for Christmas” que le valió una nominación al Globo de Oro en 2008 y consiguió candidatura al Emmy por su intervención en el último capítulo de la serie “Urgencias” en 2009. Fue candidato a este premio también en 1980 por una versión televisiva de "Sin novedad en el frente".
Delmer Daves, Richard Fleischer o Robert Aldrich lo tuvieron entre sus actores recurrentes. Aunque los 50 y 60 fue su mejor época, en los 70 tiene varios trabajos destacables como el del enojable detective Mike Romo en “La aventura del Poseidón” (1972), el sádico maquinista de "El emperador del norte" (1973), así como el centurión romano de “Jesús de Nazaret” (1977) de Franco Zeffirelli y su trabajo en “El abismo negro” (1979). En los 80 muchos lo recuperaron en la cinta de John Carpenter “1997: Rescate en Nueva York” (1981).
Casado en cinco ocasiones, entre ellas las torrenciales Katy Jurado y Ethel Merman con la que no duró más allá de la Luna de miel por los celos de popularidad de ella, era una de las leyendas vivas más queridas que todavía permanecían en Hollywood. Por su contribución en el mundo del cine, Ernest Borgnine recibió una estrella en el Paseo de la fama de Hollywood situada en el 6324 de Hollywood Boulevard. En 1996, Borgnine viajó por todos los Estados Unidos para encontrarse con sus fans. El viaje fue grabado y editado bajo el nombre de “Ernest Borgnine on the bus”. Fue capaz de emocionar en el segmento dirigido por Sean Penn del proyecto conjunto “11 de Septiembre” sólo con su mirada y veteranía como un viudo solitario que tras las caída de las Torres vuelve a ver la luz del sol, en 2010 tenía una pequeña aparición en formato de guiño en “Red”, y en 2011 recibía el cariño de toda la profesión con el premio honorífico del Gremio de Actores. "Ya sea interpretando a villanos, simpáticos hombres corrientes, complejos líderes o desventurados héroes, Ernest Borgnine ha aportado una energía inagotable que a los 93 años sigue siendo el sello distintivo de su extremadamente activa y de su carrera. Con ese mismo espíritu jovial saludamos su impresionante filmografía y su inalterable generosidad", señaló el presidente del sindicato, Ken Howard, en una nota cuando se anunció el premio. Sin duda, una perfecta definición alguien como él no se merecía menos. Toda una leyenda de ese Hollywood del que ya quedan pocos testimonios vivos pero que, afortunadamente, nos dejan el legado que hizo que nos enamoráramos del cine.
Nacho Gonzalo (Coronado)
Descanse en Paz
Uno de los grandes para siempre.