Venecia 2011: La violencia de Texas, bizarrada alienígena, la densidad barroca del Fausto de Sokurov y la crisis económica según Johnnie To
Querido Teo:
Ya no queda nada para que termine una edición del Festival de Venecia que ha cumplido (e incluso superado) todas las expectativas. Por tanto, lo que queda es que esta edición de la Mostra (no sabemos si la última comandada por Marco Müller o no) ha sido la mejor de los últimos años. “Shame” de Steve McQueen está en todas las apuestas y podría ganar el León de Oro pero mucho ojo a cintas como “Un dios salvaje” de Polanski o la densa “El topo” que bien podría darle el premio de interpretación a Gary Oldman.
William Friedkin, ganador de un Oscar al mejor director por “The french conection” y responsable de la mítica “El exorcista”, ha presentado “Killer Joe” basada en la obra de teatro de Tracy Letts y con Matthew McConaughey, Emile Hirsch y Juno Temple como protagonistas. El primero está estupendo, parece que desde “El inocente” va remontando, como un policía corrupto que recibe el encargo por parte de dos hermanos de matar a su madre para así cobrar el seguro. Una comedia negra sobre la peor visión de la condición humana de la que seguro que se recordará una sorprendente escena de sexo en la que un pene es sustituido por un muslo de pollo. Friedkin, en forma a sus 76 años, ha estado bastante divertido en rueda de prensa. “Es una historia de amor retorcida. Como la de Cenicienta que siempre está buscando a su príncipe azul. Aquí lo que pasa es que el príncipe azul es un asesino a sueldo. Y creo que las mujeres siempre buscan un hombre ideal y lo que se encuentran con más frecuencia es un asesino a sueldo. Todos buscamos una princesa, y mírenme a mí, me he casado cuatro veces con asesinos a sueldo. No lo digo por Jeanne Moreau, que fue mi primera mujer: Ella buscaba a un marido ideal y me encontró a mí. Es una actriz y directora maravillosa”.
El dibujante Gian Alfonso Pacinotti debuta como director con “L´ultimo terrestre” adaptando el cómic de Giacomo Monti. La cinta es una bizarrada y ha sido mal recibida ya que eso de que un solitario empleado de un bingo enamorado de su vecina se resiste a la invasión de los extraterrestres no casa mucho en un festival de este tipo.
En cambio, Aleksander Sokurov, realizador de “El arca rusa” (2002) y “Aleksandra” (2007), si que podría mojar premio con su visión de “Fausto”, un retazo pictórico que se aprovecha de la estética del óleo para darle una mayor profundidad y concepto de gran obra barroca. El protagonista de la historia es un médico de mediana edad que vende su alma a un prestamista para conseguir a una joven. La cinta tiene cierto aire de distorsión, que pretende reflejar la confusión mental de los personajes, debido a que el realizador la rodó en lenguaje anamórfico con un Mefistófeles enjuto, amarillento y de nariz aguileña que sirve como catalizador para reflexionar sobre los límites entre la vida y lo que podemos aspirar de ella. Sokurov podría ser un buen candidato al premio de mejor director.
La última película a concurso no parece que vaya a contar mucho para el palmarés. Al igual que en “Killer Joe”, la Texas más violenta vuelve a hacer acto de presencia con “Texas killing fields”, película de suspense que supone el segundo trabajo en la dirección de Ami Canaan Mann (la hija de Michael Mann) sobre una serie de crímenes de adolescentes. La hija de Mann debutó hace 10 años con “Morning”, que salió directamente al DVD, y ha dirigido capítulos de la serie “Friday Night Lights”, además de ser ayudante de dirección de “El río de la vida” o “Heat”. Un agente del FBI y su compañero deben dar con dos asesinos en serie responsables de estas muertes. Sobre la historia la aparición de una serie de personajes desamparados y propios de la América más profunda. Un guión sólido y un estilo de dirección más que eficiente hacen que la hija de Mann sigue sus pasos de buen oficio sin llegar a la brillantez. En el reparto Jeffrey Dean Morgan, Sam Worthington, la siempre sorprendente Chloë Grace Moretz y Jessica Chastain. El guión corre a cargo de Don Ferrarone, un ex agente del FBI que ya asesoró a su padre en la “Heat” aportando verdad a la historia.
Por su parte, en “Life without principle”, Johnnie To cuenta a su manera el capitalismo global, la especulación financiera en Hong Kong y la caída de las bolsas a partir de la quiebra de Grecia. En ella varios personajes, una empleada de banca, un mafioso y un policía, confluyen alrededor de una bolsa de dinero, del que todos tienen sumamente necesidad. "Vivir la vida sin principios es triste y a eso nos ha llevado esta sociedad, basada sólo en ganar la mayor cantidad posible de dinero. Esta crisis nos ha demostrado que hemos perdido demasiado tiempo en ello, porque la vida no es sólo dinero”.
Nacho Gonzalo (Coronado)