Querido primo Teo:
Hablar de “Revolutionary Road” en la carrera de los Oscar es hablar de la que quizás sea la mayor decepción, o mejor dicho de la película con más aspiraciones y que después se quedó con poco más que la pedrea. La película de Sam Mendes (que se estrena este viernes 23 en los cines españoles) lo tenía todo para ser una de las favoritas de los Oscar de este año pero estos meses definitivos que hemos vividos juntos en Conexión Oscar le han descolgado de la carrera de la peor manera posible.
La cuarta película de Sam Mendes se basa en
un buen libro de Richard Yates que trata sobre un matrimonio que vive la crisis económica y personal de la Usamérica de los años 50. Una etapa de apariencias y de sueños rotos para una pareja que desde el primer minuto de la película nos introducen en una atmósfera desazonante y en la que lo último que te interesa es formar pareja con alguien visto como pintan la convivencia.
Además “Revolutionary Road” tiene el componente añadido de poder ver nuevamente juntos a una de las parejas cinematográficas más queridas del cine actual gracias al éxito de “Titanic” hace más de una década,
Leonardo DiCaprio y Kate Winslet
Buen director, historia potente, actores queridos por la Academia y un cuidado diseño la convertía en un caballo ganador. Finalmente no ha sido así y bien podemos decir que “Revolutionary Road” se contentará en las nominaciones a los Oscar del próximo Jueves con la nominación a mejor actriz para Kate Winslet y algunas nominaciones técnicas en los apartados de dirección artística, vestuario, música y fotografía. En todo caso muchas menos menciones de las que se esperaba, teniendo en cuenta que se contaba con ella para los apartados de mejor película y mejor director.
¿Qué ha ocurrido?. ¿Cómo una película destinada a todo se ha quedado en nada?. Para empezar decir que “Revolutionary Road” es muy buena película, una cinta digna de la estética de los Oscar y con la calidad suficiente para conseguir cualquier cosa. Por ello, nos tememos que los motivos han sido puramente extra cinematográficos al margen de la mayor o menor competencia que pueda haber este año.
Cuando una película se estrena y los críticos hablan de ella como “deprimente” la cosa no pinta muy bien. Si, lógicamente la película es angustiosa y tiene un gran potencial dramático pero eso no debería ser suficiente para ir minando sus opciones poco a poco. En Usamérica ha habido unanimidad en ese sentido y aunque los Globos de Oro la distinguieron con 4 importantes candidaturas la academia parece contagiada de un cierto rechazo a una película que nos recuerda lo dura y cruda que puede ser la cotidianidad de la vida.
Tampoco le ha favorecido estrenarse al filo del cierre del plazo para que las películas pudieran entrar en los Oscar, es decir, finales de Diciembre. Eso ha hecho que los académicos la vieran más tarde que otras películas y lo que antes era una ventaja (el votante tenía el recuerdo de la película fresco) ahora se ha convertido en un inconveniente (cuando el marketing pesa tanto cuanto antes llegue a la gente y vayas haciendo ruido mejor que mejor).
En todo caso “Revolutionary Road” ha llegado a la etapa definitiva de la carrera con la lengua fuera. La película de Sam Mendes se contentará con algunas pocas menciones (la más lucida la de Kate Winslet como mejor actriz) después de haber iniciado ese ya lejano Septiembre como una de las líderes de la carrera. Es lo que tiene el apasionante recorrido de los Oscar. ¿Acaso alguien dijo que era fácil llegar hasta aquí?. En los Oscar, como en la vida, más vale caer en gracia...
Tu primo.
Coronado