La luz de los fotogramas: "Avatar", tecnología nocturna

Querido Teo:

Fue una sorpresa que el italiano Mauro Fiore se llevase el premio de la academia por “Avatar” en detrimento del favorito, Christian Berger por su trabajo en “La cinta blanca” de Michael Haneke. Director de fotografía de varias películas de acción (El equipo A, La isla, Driven), fue un reconocimiento al gran trabajo realizado junto a Cameron en una película dónde no se puede distinguir con facilidad lo real de lo digital. Cuando Mauro Fiore se integró al equipo de James Cameron para el rodaje de "Avatar", la producción estaba bastante avanzada en los estudios de captura de movimiento en Playa del Rey, California. Cameron se había pasado 18 meses rodando a los actores que posteriormente serían transformados en personajes animados mediante un ordenador. Aunque la gran mayoría de la cinta se obtuvo mediante captura de movimiento, el ambiente real de la película aún necesitaba ser creado.

“Avatar” era el primer largometraje digital para Mauro, que se enfrentó a una variedad de nuevos retos. Por ejemplo, la escena climática de la película en la que el ejército humano desciende a Pandora para atacar a los Na'vi, tuvo que ser rodada de noche aunque en la acción sucedía de día. Los estudios en Wellington, Nueva Zelanda, donde se filmaron las secuencias de acción real de Avatar, no eran lo suficientemente amplios para albergar una grúa de construcción requerida para dejar caer un helicóptero lleno de soldados. La producción se tuvo que mover al aparcamiento de dichos estudios dónde colocaron una pantalla verde de 120 metros de largo por 15 metros de alto. Cameron insistió que la secuencia se rodara de noche con el objetivo de poder controlar totalmente la luz y no tener que preocuparse por la dirección del sol o la influencia de las nubes. "Por muy loco que suene rodar una escena de día durante la noche y en exteriores, era ésa la decisión correcta", afirmó Fiore.

Como gran parte de Pandora es virtual, Fiore tuvo que hacer coincidir la iluminación con elementos que serían integrados en la post-producción del filme. "Tuvimos que encontrar una manera de crear eventos fantásticos que nadie ha visto jamás." Evidentemente nadie ha estado frente a una tormenta de plasma, pero Fiore se las ingenió para lograr efectos y detalles de iluminación únicos. En la escena en la que Jake Sully (Sam Worthington) y la Dra. Grace Augustine (Sigourney Weaver) observan la tormenta a través de la ventana de su laboratorio remoto, para encontrar el efecto adecuado de la tormenta en los rostros, Fiore empleó patrones anormales en sus proyectores de modo que funcionaran como fuentes de luz.

Dirigir la mirada de los espectadores dentro de cuadros con fondos extremadamente detallados también fue un reto interesante. El contraste, la decoración del set y la iluminación fueron claves en escenarios con fluorescencias o fuentes de luz en segundo plano que podían fácilmente desviar la atención del público. El objetivo fue tratar de crear siempre situaciones en las que nuestros ojos se sintieran cómodos y pudieran ser guiados en la pantalla.

Fiore plasmó con estilo el universo que Cameron creo, predomina principalmente el color azul , verde y otros colores muy luminosos, casi fosforitos, para recrear un mundo que recuerda mucho a las profundidades del mar. Profundidades de las que Cameron es un gran apasionado, como se puede comprobar en su filmografía, y que suele disfrutar con su afición de submarinista.

En las escenas de acción destacan dos colores, el amarillo, el color de los camiones que usan los humanos para invadir el mundo Na’vi. Y el rojo, el color de la destrucción, del peligro, el de la guerra, el color que destaca (fuego) cuando los humanos atacan a los pacíficos. Y el color del Toruk Makto, la criatura voladora que utiliza Jake Sully para guiar al pueblo Na’vi para defenderse del ataque de los humanos. Mauro Fiore recibió en el 2010 su primera nominación a un Oscar y al premio de la ASC (Sociedad Americana de Cinematografía).

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David Santamaría