Es Octubre y poco a poco las distintas apuestas de los estudios van posicionándose de cara a una campaña que está a punto de comenzar. En nuestro oscarómetro podemos ver algunas cintas que a buen seguro tendrán fortuna en los Oscar: “El curioso caso de Benjamín Button”, “Milk” o “Revolutionary Road” pero hay otras que sólo el tiempo y el paso de estas semanas dictaminarán cual es su destino y en que lado de la balanza cae. Este año es “Australia”, la película duda, la incógnita que bien puede entrar en la carrera con la fuerza de un huracán ante su indudable potencial pero que también puede quedar totalmente obviada de la lucha por el Oscar. ¿Cómo en una misma película puede residir esta ambivalencia?.
“Australia” es la nueva película de Baz Luhrmann director australiano famoso por su barroquismo a la hora de rodar. Dos buenos ejemplos de ello son sus dos películas más conocidas “Romeo y Julieta” y “Moulin Rouge”. Ahora adopta un estilo más clasicista en esta película que cuenta la romántica historia, con la segunda guerra mundial como telón de fondo, de una aristócrata inglesa que hereda un enorme rancho y encuentra apoyo en un conductor de ganado para trasladar las reses a sus nuevas propiedades. Con las dificultades añadidas el rudo paisaje, la conspiración de los magnates ganaderos del terreno y el bombardeo japonés de la ciudad de Darwin, surge una apasionada relación entre ambos.
La cinta ha costado 100 millones de dólares y ha sido calificada de “megaproyecto” para el que Luhrmann ha contado con su actriz fetiche Nicole Kidman, con Hugh Jackman y con un amplio equipo artístico y técnico que tienen en común una característica: su nacionalidad australiana. Luhrmann ha decidido no contar con equipo extranjero y en esta cinta realiza un homenaje a Australia, a su país, a la lucha frente al invasor, y para ello ha querido nutrirse del espíritu nacionalista australiano. Tan absorbidos han quedado por el proyecto y su magnitud que estas son las declaraciones de Kidman sobre la película recientemente aparecidas en el diario Time: “Este es el último film de un género. Ya no se van a crear cosas como esta nunca más. Sentir ese aire y ver a las personas devastadas por los elementos en algo tan duro como exquisito. Yo soñaba con hacer una película que tuviera la pasión y el peso de películas como "Lo que el viento se llevó" o "Doctor Zhivago". Cuando Baz y yo hablamos sobre este film hace siete año, me dijo que debía ser una película sobre nuestra tierra elevada a una escala más amplia."
Pero la duda surge...¿será esta cinta del gusto de la Academia teniendo en cuanta que últimamente ha tendido en sus decisiones a dejar de lado este tipo de cine grandioso y muy espectacular?. Hace una década “Australia” hubiera sido una perfecta ganadora del Oscar. Historia potente, drama amoroso en tiempos de guerra, interpretaciones de altura, ambientación exquisita, etc..., pero desde el triunfo de “El paciente inglés” en 1996 algo parece haber cambiado y estas megalómanas cintas parecen destinadas a pasar de puntillas por los Oscar teniendo sólo presencia en las categorías técnicas. El ejemplo más claro es el de “Cold Mountain” de Anthony Minghella, también con Kidman, que en la edición de 2004 tenía todos los ingredientes para triunfar en los Oscar y que a pesar de conseguir 7 nominaciones no consiguió la nominación ni a mejor película ni a mejor director. O “Memorias de una geisha”, que se quedó en el envoltorio de la ambientación y en 2006 consiguió 3 estatuillas, 3 nominaciones, pero ninguna candidatura ni para su reparto ni en las categorías de película o director. Incluso la tendencia de no premiar a estos grandes dramas clásicos se percibió el año pasado cuando “Expiación” (una película que seguramente mejor le hubiera ido en los Oscar hace una década) se contentó simplemente con la estatuilla de mejor banda sonora.
Sólo hace falta ver la lista de ganadores en los últimos años: “American Beauty”, “Gladiator”, “Una mente maravillosa”, “Chicago”, “El señor de los anillos”, “Million dollar baby”, “Infiltrados”, “No es país para viejos”, para comprobar como la Academia ha apostado por un tipo de cine más oscuro y muy alejado del drama romántico de antaño. Por ello, una película como “Australia” que es comparada con “Lo que el viento se llevó” no parece que tenga en esto su mejor tarjeta de visita de cara a la cita con las estatuillas doradas.
De todas formas, nunca se sabe. Siempre puede cambiar la tendencia, pero aunque eso ahora parece improbable “Australia” es una digna multinominada este año en numerosos apartados técnicos. Sólo se podrá valorar su alcance cuando comprobemos si Nicole Kidman logra una nominación que tiene pendiente desde que ganara el Oscar por “Las horas” o Luhrmann logra con su grandilocuente cinta ocupar un puesto en las categorías reina: mejor película y mejor director.
La película se estrena en España el 26 de Diciembre en plena época navideña y este es su trailer en nuestro idioma...
Dicho todo esto, es el momento del oscarómetro. La plantilla en la que vemos semanalmente las variaciones de las posibilidades de los nominados al Oscar que vamos comentando en Conexión Oscar. Esta es la apuesta de esta semana realizada con base a sensaciones personales, intuiciones, y primeras críticas.
Muchos cambios en el oscarómetro de la semana que afecta a todas las categorías. En la categoría de mejor película destacar la salida de “Doubt” a favor de “La boda de Rachel” que tras su paso por Venecia y San Sebastián parece destinada a ser la “indie” de este año, la cinta al estilo “Entre copas”, “Pequeña Miss Sunshine” o “Juno” que se cuela todos los años gracias al boca-oreja. Esta semana entra en película y director y Anne Hathaway mejora posición colocándose como la tercera en la categoría de mejor actriz. En mejor actor protagonista destaca la entrada de Robert Downey Jr. que no competirá en la categoría de reparto tras un cambio de maniobra de Dreamworks. Debido a la importancia de su personaje en “The soloist”, las ganas que tiene la Academia de volver a nominarle, y con el fin de evitar el enfrentamiento con Heath Ledger en una categoría en la que domina el fallecido actor, Downey Jr. optará al Oscar como protagonista cosa que perjudica en estos momentos a Brad Pitt que cae del quinteto. Demasiado potencial este año en la categoría de mejor actor. La entrada de Downey Jr. como actor protagonista beneficia indirectamente a su compañero de reparto Jamie Foxx que entra en el apartado secundario. Por último, destacar que Penélope Cruz pierde fuerza en la categoría de actriz de reparto y tanto Viola Davis como la enérgica Marisa Tomei pasan por encima de ella. Comienza a endurecerse la carrera pero de momento Pé sigue en el oscarómetro como nominada.
Sebastian Stan debería ser uno de los candidatos fijos en las categorías interpretativas de los Oscar de este año teniendo una doble baza con “The apprentice. La historia de Trump” (con la que salió con muy buenas críticas en Cannes 2024) y “A different man” (mejor actor en Berlín 2024) pero uno no sólo gana premios por la calidad de sus trabajos sino que es todo lo que le rodea lo que marca la diferencia. La realidad es que, a pesar de que hay una plaza al menos todavía muy abierta en la categoría de mejor actor, sus opciones están siendo mermadas por factores extracinematográficos.
Tras confirmarse el listado de 85 películas internacionales que competirán por el Oscar es Variety la que enumera los trabajos que inician el camino para tocar la estatuilla tanto en animación como en documental. En el primer apartado son 31 películas en liza (frente a las 33 del año pasado y las 27 de hace dos) y en el segundo hablamos de 169 documentales (por 167 del año pasado). Será el próximo 17 de diciembre cuando conozcamos los 15 títulos que pasan la “shortlist”.
La XV edición de los Governors Awards ha sido uno de los primeros focos en los que algunos de los que más suenan para competir en los próximos Oscar no han dejado la oportunidad de pasearse. Una pena que lo que empezó como una gala para reivindicar y dar espacio a los premios honoríficos haya sido engullida por la maquinaria promocional que hace que los premiados sean invitados de piedra en su propio homenaje. Este año, además, con la ausencia de Quincy Jones que se convierte en el tercer honorífico póstumo tras los de Douglas Fairbanks en 1940 y Edward G. Robinson en 1973. Jamie Foxx fue el encargado de presentar este premio mientras que Nicole Kidman entregó el honorífico a la directora de casting Juliet Taylor, Hugh Grant el premio humanitario Jean Hersholt para el director y guionista Richard Curtisy Daniel Craig el premio Irving G. Thalberg para los productores Michael G. Wilson y Barbara Broccoli.
Ya tenemos presentador para los Oscar. Conan O’Brien tomará el mando de la gran noche del cine en la que será la primera vez que el popular presentador de “late night” televisivo ejerza ese rol. Sorprende que no le haya llegado el momento hasta ahora más teniendo en cuenta que es un perfil al que los Oscar se han abonado en los últimos años (véase el caso de Jon Stewart o Jimmy Kimmel) y que ya se encargó de esta función (con buena opinión) en las ediciones de los Emmy de 2002 y 2006. De él destacan los productores de la ceremonia su carácter ingenioso, carismático y divertido. Lo comprobaremos el 2 de marzo de 2025.