"La mitad de Ana"
La web oficial.
El argumento: Ana compagina su trabajo de vigilante de sala en un museo con el cuidado de Son, su hija de ocho años. Separada desde hace tiempo, su rutina se rompe con el inicio del curso escolar cuando Son inicia una exploración de identidad. Desorientada, Ana empezará a ver las cosas de otra manera y poco a poco tendrá que reencontrarse con la mujer que fue antes de ser madre. Para poder acompañar a su hija, Ana tendrá que volver a ser Ana.
Conviene ver: “La mitad de Ana” habla de manera íntima y delicada de la exploración de la transexualidad infantil desde la perspectiva de una madre frustrada y ahogada por la rutina que lo ha depositado todo en su trabajo como vigilante de un museo y en el cuidado de su hija de ocho años. Un mundo que se le desbarata y que tendrá que canalizar y comprender cuando conozca que su hija está descubriendo su propia identidad de género. Un descubrimiento que llevará a que esta madre lleve a cabo su propio proceso de descubrimiento lidiando primero con el sentimiento de culpa por considerar si hay algo que no ha hecho bien como madre y después la falta de entendimiento de un mundo desconocido para ella que no comprende pero que por otro lado le supondrá el necesario despertar frente a una vida asfixiada por la rutina. Un viaje por las dudas, incertidumbres y reproches pero también por cultivar el amor propio, la autonomía y la libertad de decidir creando un mundo dando claves a los demás para ayudar a los protagonistas del proceso y no condenarlos por encontrarse en esa diatriba. Una película que cumple pero que pierde fuerza por una carga alegórica demasiado subrayada, un desarrollo irregular y por un poso narrativo que se queda en lo anecdótico sin llegar a voltear emocionalmente optando por lo observacional y equidistante echándose en falta mayor conexión y química entre los personajes de Marta Nieto, Noa Álvarez y Nahuel Pérez Biscayart que parecen estar en películas diferentes.
Conviene saber: Debut en la dirección de la actriz Marta Nieto que parte de su cortometraje “Son” (2022) y que compitió en el Festival de Valladolid 2024.
La crítica le da un CINCO
LA MITAD DE ANA
Guion que se pierde en la incapacidad, en el no saber lo que se quiere ni con la historia (si la hay), ni con el guión, ni con el montaje. Algunos aspectos técnicos que todo el mundo prueba con el portátil superando al aficionado y poco mas: Nada. Película que alaban los amigos, los del equipo, los allegados de los amigos, los que públicamente y pagados no pueden ni deben poner sombras a los trabajos que pidan reseñar y escriben sobre el vuelo de las moscas para quedar “mejor” con quien interese.
Una peli para pasar a la sala del público necesita algo más, no basta con espacios de colores limpios y combinados con suave gusto. Si la temática general de los argumentos cinematográficos y televisivos recoge que es tema de la realidad la inutilidad de las personas para vivir en sociedad racionalmente y sobre todo la impotencia de cultivar el término familia, el matrimonio, el emparejamiento creando parejas estables con tanto abandono de hijos o búsqueda de hijos a padres no conocidos o de padres buscando a hijos, desconocidos ahora porque los separaron violentamente por algún motivo en tiempos pasados, ¿cómo vamos a siquiera pensar que las féminas más o menos preparadas para ser madres de chicos y chicas de lo que consideramos la costumbre que presenta la sociedad, como Sonia “fémina”, quieren ser tratados como Son (macho?. Un atrevimiento, una osadía: Previsto el fracaso – caso clínico particularísimo cada caso-, el resultado es una tomadura de pelo al público de todas las edades, sentimientos o sentires. Hacer cine parece ser algo más que gastar un dinero público. Creíamos. Pero triunfan intereses ajenos a lo que se ha venido entendiendo por cine. Y por las palabras interesadas de los amigos, la familia, los amigos de la familia, los grupos de…etc., etc., se reducirá el número de salas en la cartelera, al menos en nuestro país. Camino lleva.
El cine español se llena de algo que se dicen trabajos y que parecen prácticas de alumnos con dinero público.
El colmo de la capillita con esta peli, presunta obra de arte, ha sido el recurso al cuadro expuesto que mandaba mensajes a la cuidadora de sala, (al parecer de la artista Ángeles Santos-hablo por boca de ganso-). Demasié para elucubrar tal vez en los límites del solipsismo.
Las salas se pueden llenar de amigos, familiares y simpatizantes pero no se proyectará cine, serán ejercicios presuntamente elitistas que apenas tienen algo que ver con lo que hasta ahora se entendió que era cine. Como siempre, para gustos.