"Wicked"
La web oficial.
El argumento: Ambientada en la Tierra de Oz, mucho antes de la llegada de Dorothy Gale desde Kansas, la trama abarca los acontecimientos del primer acto del musical. Elphaba es una joven incomprendida por su inusual color verde de piel que aún no ha descubierto su verdadero poder. Glinda es una popular joven marcada por sus privilegios y su ambición que aún no ha descubierto su verdadera pasión. Las dos se conocen como estudiantes de la Universidad de Shiz, en la fantástica tierra de Oz, y forjan una insólita pero profunda amistad. Tras un encuentro con el maravilloso Mago de Oz, su amistad llega a una encrucijada y sus vidas toman sendas muy distintas. Con su inquebrantable deseo de popularidad, Glinda se deja seducir por el poder, mientras que la determinación de Elphaba de permanecer fiel a sí misma y a los de su alrededor tendrá inesperadas e impactantes consecuencias en su futuro. Las extraordinarias aventuras de ambas en Oz acabarán llevándolas a cumplir sus respectivos destinos como Glinda, la Bruja Buena, y la Malvada Bruja del Oeste...
Conviene ver: "Wicked" llega al cine como uno de los musicales más populares y queridos de la cultura anglosajona pero que no ha encontrado facilidades para llegar al cine. No sólo por lo singular de la premisa (una especie de precuela de “El mago de Oz” centrado en las dos brujas) sino por todo lo que supone trasladar una obra con un imaginario propio que puede no encontrar su razón de ser en la pantalla como tantos intentos de musicales cinematográficos del siglo XXI recuperándose todavía Hollywood del fiasco de "Cats" (2019) o del mal funcionamiento en taquilla de "En un barrio de Nueva York" (2021), "West Side Story" (2021) o "El color púrpura" (2023). La buena noticia es que no es el caso de una cinta desbordante y festiva que va de menos a más superando un arranque alargado y logrando entretener en un divertimento juguetón que alterna espíritu de aventura, fantasía y deleite musical abrazando las claves de la comedia de petardeo adolescente y sosteniéndose en estupendas canciones (algunas iconográficas), espectaculares números y el gran acierto de dos actrices que están estupendas en el papel tal es el caso de Cynthia Erivo (que lleva el poso emocional de la historia tirando de vulnerabilidad y empatía en una cinta que acentúa el lado identitario y de aceptación frente a la marginación) y de Ariana Grande (tan entrañable como chispeante tirando de una gracia arrolladora haciendo arte de la cursilería autoparódica).
Viendo “Wicked” uno no se olvida de la fallida “Oz, un mundo de fantasía” (2013), más una cinta algorítmica antes de que ello existiera conformando un batiburrillo deslavazado y pretencioso. Es ahí donde radica la fuerza de “Wicked” que siendo consciente de lo que es no se toma demasiado en serio a sí misma, a pesar de unos 145 millones de presupuesto que Universal Pictures pretende amortizar en esta recta final de año. Una apuesta irónica, cursi y “kitsch” que reivindica lo añejo y recargado y abusa del CGI, siendo cuestionable su duración (160 minutos), pero que rezuma encanto y honestidad, teniendo corazón y dejando mensaje, logrando no ser una precuela al uso sino plantear, en tiempos de “fake news”, mostrar que una misma historia cobra matices diferentes desde la perspectiva desde la que se cuente y más en tiempos en los que unos se arriman a la narrativa de la ideología de camiseta a su conveniencia. Una historia que parte de alguien intentando encontrar su lugar en el mundo frente a la incomprensión que se eleva por su contrapunto cómico y por ese aire de deleite carnavalesco al que también contribuyen, además de unas actrices que destilan química y emoción, el despreocupado y egocéntrico Friyero de Jonathan Bailey y el Mago de Oz de Jeff Goldblum. Una película fascinante que, con altas dosis de emoción y sin dejar de lado su reverso oscuro, abraza y reivindica el musical como espectáculo también en la sala de cine, aunando el estímulo juvenil de hoy en día con la herencia de los clásicos del género, transportándole a otros mundos y elevándole el alma en una apuesta cautivadora que habla de autoaceptación frente a la intolerancia, de la solidaridad frente a la corrupción, y que demuestra que cuando se encuentra la tecla y se logra un gran musical éste como experiencia puede ser algo imbatible.
Conviene saber: Jon M. Chu dirige la adaptación del exitoso musical de Broadway compuesto por Stephen Schwartz y estrenado en 2003 y que a su vez parte del libro “Wicked: Memorias de una bruja mala” de Gregory Maguire publicado en 1995.
La crítica le da un OCHO