Venecia 2024: La juventud desesperanzada retratada por Wang Bing cierra la competición
Querido primo Teo:
En unas horas Isabelle Huppert dará a conocer el palmarés de la 81ª edición del Festival de Venecia. Entre las apuestas mejor posicionadas se encuentran “The brutalist” de Brady Corbet y “La habitación de al lado” de Pedro Almodóvar, que no solo reventaron el ovacionómetro en sus respectivas premieres (la del manchego con 17 minutos de aplausos) sino que también han tenido un impacto duradero con el paso de las jornadas. A las quinielas se ha sumado también “April”, el drama sobre el aborto en el mundo rural de Dea Kulumbegashvili. Esta edición nos ha dejado muchos paseos de estrellas por el Lido, demasiada sobreactuación para alimentar las redes sociales, y a Alberto Barbera sacando pecho porque su certamen cada vez le pone más difícil a Cannes ser la primera opción de Hollywood.
La presencia italiana en la competición se ha cerrado con "Idu (Sicilian letters)", el nuevo trabajo del tándem de directores Fabio Grassadonia y Antonio Piazza. Ambientada en la Sicilia de principios de este siglo, la película cuenta con Toni Servillo y Elio Germano como protagonistas principales. Servillo interpreta a un político que ha pasado una larga temporada en prisión debido a sus vínculos con la Mafia. Los servicios de inteligencia solicitan su ayuda para atrapar al hijo del último jefe mafioso, su ahijado, pero lejos de colaborar con la justicia, utilizará la operación en su propio beneficio.
Aunque el personaje parece hecho a medida del extraordinario talento de Servillo, ni siquiera eso ha sido suficiente aliciente para la prensa, pues ha sido una de las propuestas competitivas peor valoradas por la crítica. Lo mejor que se ha dicho de la película es que parece una producción de la televisión pública italiana.
El cineasta singapurense Yeo Siew Hua, ganador del Festival de Locarno en 2018 con “A land imagined”, ha hecho que su país debute en la competición de Venecia con “Stranger eyes”. Se trata de un thriller protagonizado por una pareja que enfrenta la angustiosa desaparición de su bebé y la amenaza de un voyeur que ha estado filmando su vida diaria, revelando sus secretos más íntimos.
“Stranger eyes” aprovecha este suceso para denunciar una sociedad cada vez más controlada por la vigilancia policial, con la omnipresencia de videocámaras en las ciudades y ciudadanos que usan tecnología sofisticada para espiar a sus vecinos. La evolución reflexiva de la película en su tercer acto ha sido clave para que la crítica la respalde a una de esas películas que serían ideales para el Festival de Sitges.
En la sección Panorama del Festival de Berlín 2024 se presentó “Sex”, la primera parte de una trilogía en la que el escritor y director noruego Dag Johan Haugerud explora las relaciones, la intimidad, la transgresión y las complejidades emocionales. En Venecia compite con la segunda entrega del tríptico; “Love”. Los protagonistas son Marianne y Tor, doctora y enfermero, respectivamente, quienes evitan tener relaciones convencionales. Tor comienza a compartir con Marianne sus encuentros sexuales casuales con hombres, lo que se convierte en un estímulo para ella.
Esta reflexión sobre la promiscuidad, que recuerda al cine de Éric Rohmer o incluso al de Ingmar Bergman, gira en torno a dos personas que, al tratar de alejarse de las convenciones, terminan buscando lo mismo que todos: la conexión emocional con el otro. La propuesta ha sido bien recibida por la prensa y podría ser una sorpresa de última hora en el palmarés.
El cineasta chino Wang Bing ha cerrado la competición con el documental “Youth (Homecoming)”, el final de su trilogía sobre la juventud en su país, conformada por “Spring” y “Hard times”, siendo la primera entrega una de las candidatas a la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2023.
En este documental, Wang Bing se centra en la ciudad de Zhili, a 150 kilómetros de Shanghái, un centro de producción textil que atrae a jóvenes de todo el país que viven y trabajan en condiciones extremas. El director ha impactado a la prensa al mostrar la cotidianidad de estos jóvenes, quienes, ante la imposibilidad de soñar con un futuro mejor, aceptan una realidad casi distópica.
El último gran reclamo de esta edición será Kevin Costner, quien, tres meses después de presentar en Cannes la primera entrega de "Horizon: An american saga", hará lo mismo en el Lido con la segunda parte. En la croisette, recibió una de esas ovaciones clamorosas que hicieron que la secuencia diera varias veces la vuelta en internet antes de que aparecieran críticas no tan benévolas sobre el mastodóntico proyecto en el que Costner ha hipotecado sus propiedades.
El arranque de esta epopeya, que narra la conquista del oeste de los Estados Unidos, no tuvo el recorrido deseado en las salas, lo que llevó a cancelar el estreno de la segunda parte, originalmente previsto para el pasado mes de agosto, y a paralizar la producción de la tercera y cuarta partes. Además, algunos de los principales medios de la industria se tomaron con cierta sorna el devenir de los acontecimientos, regocijándose ante el fracaso de esta gesta personal, lo cual resulta irrespetuoso. La proyección del segundo capítulo será el plato fuerte de la jornada de clausura, en la que también se entregarán los premios del certamen. Costner espera que en el Lido ocurra el milagro de conseguir los apoyos necesarios para poder llegar a Ítaca.
Mary Carmen Rodríguez