"Las jaurías"

La web oficial.

El argumento: Hassan es un pequeño traficante de las afueras de Casablanca que trabaja para el jefe de un clan local. Cuando el perro favorito de su jefe muere en una pelea canina, Hassan recibe la orden de secuestrar a uno de los responsables. Para cumplir con la misión, Hassan involucra a su hijo Issam. Lo que comienza como una tarea sencilla se convierte rápidamente en una espiral de pesadilla, sumergiendo a padre e hijo en una larga y desesperada noche.

Conviene ver: “Las jaurías” es una potente ópera prima que deriva en un drama criminal que aúna la desesperación social de un país como Marruecos y el tono espiritual de infortunio para aquellas criaturas que son condenadas por la providencia por sus actos y que entre acción por su ritmo de alto voltaje, momentos de ternura ante su patetismo y otros de humor negro como luces frente a la tragedia se erige como un título rabioso pero desigual que sin cortapisas termina siendo un azote amargo sostenido en el verista trabajo de actores no profesionales representados por Ayoub Elaid y Abdelatif El Mansouri. Un padre y un hijo al que todo les sale mal cuando reciban el encargo por parte del jefe del primero de secuestrar a uno de los hombres de la confianza del amo del perro que ha provocado la muerte del suyo en uno de esos combates ilegales entre canes. Crudeza e intriga cuando el secuestrado muere accidentalmente y durante esa noche el padre y el hijo no sepan que hacer para deshacerse del cuerpo introduciéndose en una espiral autodestructiva en la que se enfrentan a las circunstancias, los estamentos de poder y también a sus propias convicciones en ese viraje que cada vez les convierte en más miserables.

Drama social y cámara al hombro, destilando una sombría suciedad entre las calles de los bajos fondos de Casablanca en las que se desplazan los protagonistas cuyos rostros dominan la pantalla con ese cadáver en el maletero del coche entre depósitos de chatarra y patios traseros, en un título no novedoso pero que sí que muestra la fatalidad de los desesperanzados, derrotados continuos por el hecho de ser pobres, a pesar de sus continuos intentos de cambiar su suerte en una combinación de autodestrucción física, psicológica y moral a la que están condenados por origen, carácter y condición. Sin sorprender sí que destaca por la atmósfera de elegía espectral que consigue haciendo partícipe al espectador en un trabajo más que digno que, destacando por su efectividad y energía, termina dejando un sabor agridulce ya que su prometedor arranque deriva en un final descafeinado que no resta la contundencia y garra a alabar conseguida a pesar de sus escasos medios en una hora y media fascinante que sin inventar nada sí que arroja momentos de gran cine.

Conviene saber: Premio del Jurado en la sección Una cierta mirada del Festival de Cannes 2023.

La crítica le da un SIETE