"El maestro que prometió el mar"
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La web oficial.
El argumento: Ariadna descubre que su abuelo busca desde hace tiempo los restos de su padre, desaparecido en la Guerra Civil. Decidida a ayudarlo, viaja a Burgos, donde están exhumando una fosa común en la que podría estar enterrado. Durante su estancia allí, conocerá la historia de Antoni Benaiges, un joven maestro de Tarragona que antes de la guerra fue profesor de su abuelo. Mediante un innovador método pedagógico Antoni inspiró a sus alumnos y les hizo una promesa: llevarlos a ver el mar.
Conviene ver: “El maestro que prometió el mar” se adentra en la historia real de Antoni Benaiges, un maestro republicano asesinado al comienzo de la Guerra Civil española un 19 de julio de 1936. Un ejemplo de memoria histórica y de tantas víctimas que siguen en las cunetas y en fosas comunes y que aquí se representa con un maestro que no pudo cumplir la promesa de ver el amor que contrajo con sus alumnos. Una historia conmovedora, triste y hermosa sostenida por su belleza y su respeto a la memoria de su protagonista y a las víctimas que representa, así como un homenaje a la infancia y la capacidad de la misma por crear mundos mágicos en el que en un momento en el que se consideraba que la letra con sangre entra fue un maestro el capaz de hacer jugar y soñar a sus alumnos. Una película que, en parte, conecta con cintas como “La lengua de las mariposas” (1999) o “Soldados de Salamina” (2003) pero que tiene más fuerza emocional y poso narrativo cuando mira al pasado que cuando se centra en el presente, en un 2010 en el que una joven busca los restos de su bisabuelo en el descubrimiento de una fosa común en Burgos, y es que el alma de la cinta es un estupendo Enric Auquer que desprende humanidad, nobleza y convicción en cada mirada y gesto junto a un reparto en el que también están presentes Laia Costa, Luisa Gavasa, Ramón Agirre y Milo Taboada. Un maestro que tenía claro que los niños podían ser lo que quisieran pero que, sobre todo, tenían que ser niños, dejando a un lado la miseria de esos años o el peso de la religión, lo que aplicó a unos sistemas de enseñanza considerados revolucionarios para la época y sustentados en la curiosidad y en la capacidad de aprender a través de la magia y la sorpresa sin perder lo más importante, el poder forjar a buenas personas. “El maestro que prometió el mar” es cine que conecta con el alma y que sirve para que resuene el dolor de un país presentándonos no a un héroe idealizado sino a un hombre corriente con la capacidad para trabajar con las emociones y con grandes convicciones que sustentaron su dignidad y valentía frente a un conflicto vigente, perpetuado por el silencio que se impuso a los vivos, sobre el que todavía hay muchas historias enterradas a las que no se ha dado el respeto y puesta en valor que merecen.
Conviene saber: Patricia Font adapta la novela de Francesc Escribano.
La crítica le da un SEIS
